Zorro

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Era lunes oficialmente, hoy serian el inicio de clases. Me desperté muy temprano eran las 5:20 de la mañana. Al momento de abrir los ojos recordé todo el día anterior, y antes de empezar a preguntarme, enfadarme o adivinar lo que le me ocurrió con Santiago, decidí que iría a bañarme.

Me deshice del cobertor de un jalón el aire frió que sentí hizo que me cobijara de nuevo. A demás en un momento u otro tendría que enfrentar las preguntas.

Cerré los ojos con fuerza. ¡Es un hombre! fue lo primero que pensé y la inevitable pregunta ¿eres gay? estaba aun dormido confundido, nervioso y atemorizado como para responderla en este momento. En cual quiere caso si lo soy, no es algo que decidí y al final de cuentas si lo soy lo seré, preguntármelo es perdida de tiempo. Me aplaudí mentalmente. Estoy bien con eso, de pronto la pregunta que no quería hacerme que era incluso mas difícil de contestar y me atemorizaba mucho mas que ¿soy gay?.

¿Santiago, me vio anoche en el pasillo? Me tape la cara con el cobertor, entonces la ansiedad se estaba apoderando de mi, y eso era peor que el frió.Me levante y quite el cobertor pero esta vez ignore el aire, bueno pensaba que tenia que ignorarlo.

Mis dientes empezaron a golpearse unos contra otros, me puse la chamarra que tenia a la mano busque los productos de higiene. Cuando acabe la lista y vi que todo estaba en orden tome la toalla, guarde las llaves en la chamarra y me dirigí a las regaderas.

Por fortuna no había nadie, pero sentía la presión del tiempo, a si que lo primero que hice al entrar a los vestidores fui a buscar el locker que me habían asignado saque las llaves de la chamarra y busque la indicada, la encontré y abrí el locker, metí mis cosas acomodándolas bien. Cuando termine me cerciore que siguiera solo y empecé a quitarme la ropa, cuando estuve desnudo me amarre la toalla en la cintura y solo lleve conmigo lo que necesitaría para la ducha.

La regadera dejaba caer un brutal chorro de agua; sentía la presión en mi espalda, el agua caliente estaba empezando a poner roja mi piel pero no me importaba, el sentirla a sí; hacia que olvidara todo, fue lo contrario a la ultima ducha que había tenido. A mi pesar me obligue a terminar y fui aun más deprisa a cercarme y ponerme la ropa. Creo que lo hice en tiempo récord por que cuando llegue a mi habitación eran las 6 :30. Las clases empezarían hasta las 9 aun tenia un poco mas de tiempo y eso no me agrado.

Veía por la ventana, solo alcanzaba a distinguir siluetas por la densa neblina matutina, poco a poco las pasos en el pasillo iban aumentando, los murmullos se convertían en platicas, se escuchaban risas y saludos, mi pulso iba aumentando con ellos, conforme pasaba el tiempo, recordé el uniforme, solía pensar que al entrar al bachillerato olvidaría los uniformes, pero no contaba con esto.

Fui al armario, y lo saque, apenas me había dignado a mirarlo días antes, a hora me arrepiento de no habérmelo probado antes. Lo extendí en mi cama, el pantalón era de color negro con cuadros rojos unos mas pequeños que otros y se entrelazaban, la camisa blanca con el escudo de la escuela, el suéter negro y corbata roja.

Cuando me vi en el espejo sonreí, en verdad me quedaba bien, el estilo era un poco punk. Saque le gel liquido para el cabello, el único que puede con mi cabello rebelde e intente peinarme, cuando me di por vencido, de que ya no podía hacer mas, me senté en la cama, escuche unos golpes en mi puerta y no pude mas, estuve apunto de meterme debajo de la cama.

El nerviosismo de nuevo se apoderaba de mi, de nuevo golpearon, estaba convencido, no abriría y a la primera oportunidad me escaparía de aquí. Ya ni si quiera me importaba que Santiago estuviera.

Recordé a Santiago y me levante rápidamente para abrir, me desilusione un poco al ver a Jimena del otro lado, pero también me sentía un poco aliviado.

TRAIDORWhere stories live. Discover now