La transformación

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Goku separó lentamente su labios de los de vegeta, esperando encontrar en su hermosa cara una mirada sin vida, pero para su gran sorpresa se encontró con lo contrario, era tanta la sorpresa que apenas podía creer lo que sus ojos veían.

Los oscuros y negros ojos como la noche de vegeta derramaban lágrima y su mirada ya no se encontraba perdida a hora estaba llena de vida.

-Vegeta- llamo en un murmuro el vampiro, haciendo al nombrado sonrojarse al recordar lo que había hecho hace unos segundos.

-No sabía que tenía esa clase de sentimientos por mi- dijo aún sonrojado;kakarotto de la enorme emoción y felicidad de haber podido escuchar la voz de su lobito una vez mas, lo atrapo en un abrazo antes de besarlo dulcemente sin su permiso

Para cuando se separo de el príncipe de los licántropos estaba mas rojo que un tomate. - no te dejare ir nunca- murmuro kakarotto mientras se acercaba lentamente a los labios de Vegeta, paro acaso centímetros de los labios del príncipe queriendo ver su reacción, la cual obtuvo al ver como el sonrojo de vegeta cambiaba a un rojo mas oscuro.

Esto es tan vergonzosooooo, pensó vegeta. Pero cuando sintió los fríos labios de el vampiro contra los suyos, fue como si el mundo se hubiera detenido, su mente se puso en blanco, y no lograba siquiera reaccionar el mismo; solo se dedicaba a responder y disfrutar de aquel dulce beso.

Estuvieron asi por varios segundo, ambos besandose como si no hubiera mañana. Claro, hasta que el menor le hizo falta el oxígeno.

Vegeta se encontraba sonrojado, tratando de normalizar su respiración; todavía sin darse cuenta de lo tan cerca que estaba kakarotto de el.

- Vegeta, Te amo- susurro a su oído. Vegeta se congelo sus mejillas estaban completamente rojas tal vez de la vergüenza o tal vez otra cosas mas, su mirada estaba fija en aquel vampiro.

- kakarotto yo- justo cuando el príncipe le iba a responder, un rugido se hizo presente interrumpiendo su conversación y asustando al futuro lider de los licántropos.

-Que fue eso?- preguntó en voz alta el joven de cabellos de flama con curiosidad, mientras se ponía de pies.

-Son ellos de nuevo- murmuro con molestia kakarotto, cada vez que el se encontraba sólo con su Vegeta ellos aparecían para llevárselo.

-¿Quienes?-

-Tus amigos- contestó el vampiro con burla, pero tampoco pudiendo suprimir un bufido.

En ese momento, como si hubieran sido invocado cuatro hombres a parecieron. Todos miraban a el vampiro fijamente, ninguno molestadose en esconder el odio que le tenían, o la molestia que sentían de solo verlo.

-Que desean?- prengunto el vampiro, tampoco molestandose en esconder su molestia al verlo una vez mas en su presencia.

- venimos por el hijo de nuestro jefe- respondió en un gruñio uno de los hombres.

-lo siento, pero el se quedará conmigo- sentenció kakarotto en una fría voz.

Vegeta quien estuvo detrás de el vampiro desde que los otros hombres llegaron, sentía temor porque kakarotto podía lastimar a su familia y está lo podría lastimar a el. El futuro líder tomó una decisión; rápidamente se interpuso en el medio de ambos y medio grito:

-¡ya callense!- a hora todos miraban a vegeta. Los cuatro hombres sorprendidos de que su amigo hubiera salido de su trance. Y, el vampiro porque Vegeta había levantado la voz.

-Nadie, puede escoger por mi, yo solo puedo- sentenció el príncipe de los licántropo.


- Lo sentimos vegeta, pero por ordenes de tu padre, tenemos que llevarte; 'Ella' a venido a verte- dijo un segundo hombre, quien fue el primero de salir de su gran sorpresa al ver a Vegeta hablando.

Al escuchar 'Ella' Vegeta sudo frío.

-De quien habla vegeta?- preguntó el vampiro acercándose a su lobo, quien no sabía si decirle la verdad o una mentira. Finalmente se decidió.

- Mi...Mi prometida- susurro apenas audible para el vampiro, quien no tuvo la mejor reacción del mundo.

- Por que diablos tienes una prometida?!- gritó; su grito asustado a todos los presentes.

- y-yo no escogí... desde.. desde que nacimos nos comprometieron para asi llevar la paz con otros lobos- dijo con temor el príncipe.

-¡Rayos!- maldició kakarotto- Porque me hice ilusiones contigo- justo después de haber susurrado aquello, salio corriendo a gran velocidad, asi desapareciendo de la vista de los demás.

- ¡Esperaaa!- gritó vegeta, empezando a correr en la dirección del vampiro, cuando una fuerte dolor se hizo presente haciendolo caer en su rodilla- Mi..Mi cabeza, due...le- vegeta cerro sus ojos y agarró su cabeza con ambas manos.

Los hombres quienes al ver a su príncipe caer al piso habían empezando a caminar hacia el, pero al escuchar lo que había dicho, rápidamente se dieron cuenta de que Vegeta estaba empezando su transformación.

Todos se echaron a correr, pero no hacía su príncipe, sino a la dirección contraria no queriendo ser la víctima de este.

- ¡Debemos alejarnos lo suficiente!- gritó uno de ellos- ¡o el nos matara!-

-¡ eso ya lo sabemos, idiota!- gruñio uno- ¡ lo que no entiendo es porque tiene que transformarse justo a hora!-

-¡ Que importa eso, hay que buscar al Rey para que tranquilice a su hijo!- gritó un tercero.

-¡estoy de acuerdo!- gritó el último de los hombres.

Lejos de ellos. Tirado en el suelo se encontraba vegeta retorciendose de dolor. Sentía como si su cuerpo se estuviera quemando por dentro, y como si le desgarraran la piel de una lenta y dolorosa manera.

El dolor era insoportable, no lograba pensar en nada, podia ver su vista tornarse lentamente roja, y en ese momento una imagen de kakarotto llegó a su mente, antes que todo se volviera rojo. A hora solo tenía deseos de alimentarse, de comer carne y saborial el sabor metálico de la sangre.

Vegeta se había transformado en un lobo, pero no era un lobo cualquiera, era un lobo superior a los otros, descendiente de los lobos mas sangriento. Por eso los otros tenían ordenado no estar cerca de el cuando se transformara.

El lobo empezó a olfatear, preguntandose quien sería su primera víctima. Aulló de felicidad al encontrar una víctima no muy lejos de el. En segundo ya estaba corriendo en dirección a su futuro alimento.

Kakarotto se encontraba en la copa de un árbol, pensado lo sucedido, a hora que lo pienso Vegeta no tiene la culpa de nada, pensó el vampiro.- soy tan estúpido- murmuro kakarotto, mientras saltaba desde donde estaba hasta el suelo, callendo de pies como si nada.

Mejor vuelvo con mi padre y le digo que todo salió bien, pensó el inmortal, mientras empezaba a caminar sin saber que era asechado por un sangriento lobo.

Kakarotto paro de momento, y fruñio su ceño, se giró rápidamente mirando directamente a unos arbustos.- se que estas hay, sal de donde te escondes- ordenó.

El lobo no se hizo rogar, rápidamente salió de los arbustos y se quedo mirando directamente al vampiro con su sangrienta mirada.

-¡ja! Así que uno nuevo ¿no?- dijo el vampiro con malicia en su voz, mientras tomaba su posición de ataque- buscaste a la persona equivocada. Cuando te clave mis dientes- el vampiro hizo una pausa y medio sonrio malvadamente, sus filoso colmillos resaltaban en su labios.- verás el cielo- término, el siendo el único que sabía a lo que se refería, y sin avisar se lanz

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