Almas unidas por el amor (2a temporada) [Gemelos Styles]

Capítulo 29

-Ya está-dije cuando terminaba de colocar la última manta en el sillón cama del salón, Edward que lo único que había hecho erá observar y reír de vez en cuándo las veces que el brazo no me llegaba al otro extremo de la cama al colocar alguna sábana, al parecer había encontrado otra razón para meterse conmigo: mi altura, ya que para el erá una completa enana aunque, ¿quien no lo es junto a el?

-Okay-me miró.

-¿No piensas darme ni siquiera las gracias?

-Nunca digo esa palabra.

-Bueno antes me has pedido algo porfavor, vamos avanzando...

El chico no contesto y el silencio volvio a invadir la situación.

-Espera, te traere algo con lo que duermas- sin mas me aleje corriendo hacia la habitación de Robert, en la cual estaba este durmiendo, sin hacer ningún tipo de ruido cogi una caiseta cualquiera y un pantalón corto de chandal-que por cierto, este nunca utilizaba-.

-¡Ten ciudado!-oí que dijo cuándosalí por la puerta cerrandola cuidadosamente.

Haciendo caso omiso volví,encontrandome al castaño tumbado boca arriba en la cama mirando a la nada.

-Toma,puedes utilizar esto como pijama-le tire las prendas.

El chico observo la camiseta y volvio a mirarme.

-¿Enserio piensas que voy a ponerme esto?

En ese momento en el cual Edward la mostro me di cuenta que había cogido una de las camisetas chistosas de Robert sobre el orgullo gay.

Comencé a reír como loca ya que en esta decía: se que soy irresistible pero, only boys.

No me imaginaba a Edward con esa camisa.

-Pontela.

-Ni loco.

-Te recuerdo que puedo pedirte lo que quiera.-el chico rio mirando a otro lado y sin previo aviso comenzó a quitarse su camiseta negra, palidecí y trague saliva al verlo.

Su torso,al igual que sus brazos, estaba completamente lleno de diversos tatuajes, a cada cual mas orginal, decenas de frases con significados ocultos las cuales, me daban ganas de preguntarle que significaban, su musculatura estaba completamente trabajada, ¡más que la de Harry! cosa que era díficil...El no tenía cuatro pezones, como Harry y aunque odiaba comparar, sus tatuajes erán muy diferentes, como ellos.

-¿Me pongo esta mierda de camisa ya o piensas seguir babeando perrita en celo?-desvíe mi mirada hacia el y negue con la cabeza.

-Lo siento...-susurré.

Seguidamente se puso dicha camisa y sin más solte alguna que otra carcajada, para colmo esta le quedaba estrecha cosa que no ayudaba.

-Te queda muy bien.

-Te gusto mas sin nada, lose.

-Solo observaba tus tatuajes, no te hagas ilusiones Eddie.

-Apuesto a que eres la típica que no tiene ninguno por miedo a que le duela.-Oh que equivocado estás.

-¿Eso crees?

-Se ve...eres la típica niña que cree que se va a romper.

-Oh, he pasado por los dolores de parto cariño, creeme que no me creo eso.

-¡Pero si seguro que eres la niña de papa que estudia Derecho para ser una pijita mas que nunca se haría un tatuaje!

Odiaba que nombraran a mi padre.