Ashley Clayton | Gossip Girl

1.05: Rompiendo las reglas

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Con el novio de Blair, Nate, ayudando a cerrar el yate por la temporada... Blair puede concentrarse en lo más importante del otoño: Su pijamada anual.

Una tradición desde el año 2000, cada una es más decadente que la anterior. No se repara en gastos ni se perdona ninguna reputación.

Con todo, desde literas hasta trufas en su lugar, lo único que falta son las estrellas y sus mejores amigas, S y A.
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Estaba en el patio de la escuela hablando de la soirée de Blair con las chicas. Hace varios años se realizaba, y yo siempre participaba. Era divertido ver como todas nos volvíamos super unidas por una noche.

Mientras ultimábamos detalles, apareció Serena junto a Jenny, la hermana de Dan. S estaba hablando por teléfono mientras caminaba hacia nuestra dirección.

— ¿Qué fue lo que oí? —le pregunté entusiasmada—. ¿Eric vendrá a casa?

— Justo a tiempo —agregó Blair.

— ¿Por qué? —preguntó confundida.

— Tu madre y tu hermano tendrán tiempo para estar solos mientras tú bebes y espías los dormitorios de la NYU —respondió Blair, haciéndonos reír.

— ¿De qué estás hablando?

Oh, entonces en serio estaba perdida. Y eso no era algo bueno.

 — De la noche más importante del otoño.

— Recuérdalo o te matará —susurré, alzando las cejas en advertencia.

Su rostro se tensionó mientras intentaba recordar, y pude capturar el momento exacto en el que su expresión decayó.

— La pijamada —suspiró, cerrando los ojos.

— Yo prefiero soirée, "pijamada" es muy infantil —Blair sonrió.

— Pero tú sabes que no puedo ir. Tengo ese plan...

— Serena, cuando hay una soirée Waldorf en camino, no hay nada más en el calendario social —elevó una ceja.

Sí, bueno, no en este caso.

— Blair, el plan es Dan —contesté,  ayudando a Serena.

— Sí. ¿Recuerdas, el que comprendes que es un ser humano y que merece tu atención y tu tiempo? Sin ofender —miró a Jenny.

— Descuida —dijo tranquila.

— De verdad lo siento, pero esa cita es irrompible —se encongió de hombros—. Tal vez podamos pasar después...

— No soy una escala en el camino, soy un destino —alzó las cejas—. Y si te rehúsas a asistir, tendré que buscar un reemplazo. La lista de espera —le ordenó a sus súbditas.

Claramente no se tomó bien la noticia, ya estaba de mal humor. Serena me miró y yo fruncí los labios.

— Muy bien... ya debo irme. Adiós.

Blair ni siquiera la miró, simplemente revoleó su mano en un especie de saludo. Hice mi mayor esfuerzo para no reírme.

— Buena suerte.

— Gracias, A —me sonrió, antes de irse.

Fue ahí cuando Blair miró seriamente a Jenny, para luego enfocarse en mí, dedicándome una mueca maliciosa. Uh huh, creo que ya sé lo que está pensando.