Mi patronus {Harry Y Tú}

CAP 12: EL FUNERAL

Ginny: Tengo una idea, ven Harry. {Se van}
T/N: {te levantas}
Ron: A dónde vas?
T/N: A ver a Dumbeldor. {Te vas}

Tenías que explicar le esto a Dumbledore, fuiste a ver lo a su despacho pero no estaba, lo buscaste por todo el castillo, hasta que recuerdas...

FLASHBACK

En la torre de astronomía.

T/N: {subes las escaleras y te quitas la capa de invisibilidad}
Dumbledore: Hola T/N. {Se acerca}
T/N: Profesor!
Dumbledore: Qué haces aquí tan tarde? Deberías estar durmiendo
T/N: Es que no podía dormir, y me gusta estar aquí, es relajante.
Dumbledore: Te entiendo. {Se acerca al balcón} A mi también me encanta estar aquí, las vistas son increíbles.
T/N: {te acercas} Profesor, puedo hacer le una pregunta?
Dumbledore: Teóricamente ya lo has hecho, pero claro.
T/N: Usted sabía sobre la condición de mi padre desde que él estudiaba aquí, desde antes, y aún así lo dejó venir.
Dumbledore: Quieres saber por qué lo deje venir a Hogwarts?
T/N: Si, cualquier otro director se negaría a dejar le entrar en su escuela, incluso con las medidas que tomó era algo arriesgado.
Dumbledore: Bueno T/N. {Te acompaña a las escaleras} Hogwarts siempre brindará ayuda a aquellos que la soliciten, no, a aquellos que se la merecen.
T/N: {sonríes}
Dumbledore: Y ahora T/N, buenas noches.
T/N: Buenas noches profesor. {Te pones la capa y te vas}

FIN DEL FLASHBACK

-La torre de astronomía- pensaste, inmediatamente te dirigiste allí. Al llegar no había nadie, pero de rrepente Harry y Dumbledore aparecieron.

T/N: {te asustas} Pero qué?
Harry: T/N, qué haces aquí?
T/N: Venía a hablar con el profesor Dumbledore.
Dumbledore: {serio} Chicos, escondeos abajo.
Harry: Qué?
T/N: Por qué?
Dumbledore: Haced lo, y no os mováis, no hagáis ruido, que nadie se entere de que estáis ahí.

Harry y tú os escondéis, desde abajo podíais ver todo lo que pasaba arriba.

Dumbledore: Buenas noches Draco, qué te trae por aquí?
Draco: {apuntando le con su varita} Quién más hay aquí? Le he oído hablar.
Dumbledore: A veces hablo solo, me resulta útil. Has pensado bien en esto? Draco, tú no eres un asesino.
Draco: Y usted cómo lo sabe?!
Dumbledore: Tus trucos son tan simples que me pregunto que si realmente quieres matarme.
Draco: Él confía en mí, me ha elegido. {Se levanta la mangan del traje}
Dumbledore: Entonces te lo pondré fácil.
Draco: Expelliarmus! {Le desarma y se scucha una puerta}
Dumbledore: No estás solo, cómo? {Harry saca su varita}
Draco: El armario evanesciente de la sala de meneateres.
Dumbledore: Ingenioso. Draco, deja me ayudar te.
Draco: No quiero su ayuda! No lo entiende, tengo que matar le, o él me matará a mí, y a mi familia.

De repente llega Bellatrix Lestreang y Fenrir Greyback junto con otros mortífagos. Al ver a Greyback te quedas te helada, desde esa noche en la Madriguera sentías un gran pánico por él, hasta el punto de que tu bogart cambiara.

Bellatrix: Vaya, vaya, muy bien Draco.
Dumbledore: Bellatrix, mucho tiempo sin verte.
Dumbledore: Igualmente Albus. Hazlo Draco!
Mortífago: No tiene valor para hacer lo, deja que lo haga yo.
Bellatrix: No! El Señor Tenebroso dijo que debe hacer lo Draco.

Ves a Snape de reojo, avisas a Harry, Snape os hace una señal de que estéis callados mientras os apunta con su varita.

Snape: {sube}
Bellatrix: Hazlo Draco!
Snape: No. {mira a Dumbledore}
Dumbledore: Severus, por favor.
Snape: Avada Kedravra. {Mata a Dumbledore y este cae desde la torre}

Los mortífagos se van, Harry intenta ir detrás pero se lo intentas te impedir, hasta que escucháis hechizos provenientes del pasillo, váis corriendo y os encontráis a la Orden tirada en el suelo, no parecían estar dañados de gravedad, menos Bill Weasly, que Greyback le había arañado.

T/N: Papá, mamá! {Corres con tu padre} Estás bien papá?
Remus: Estoy bien, y tu madre? {Dice levantando se}
T/N: {vas con tu madre}
Tonks: Estoy bien cielo. {Levantándo se} No te preocupes.
Alastor: {se levanta}
T/N: Estás bien Ojo loco?
Alastor: Si, pero hay que llevar a Bill a la enfermería.
Fleur: Bill, amor mío estás bien?
Bill: Solo me duele un poco.

Estábais en la enfermería, los Weasly habían llegado, Hermione también estaba allí, Harry y tú les contásteis todo lo que vistéis. Fleur discutió con la señora Weasly, tu padre  se disculpó por no haber creido en lo que Harry y tú le contásteis semanas antes.
Iban a avisar a los padres para que recogieran a sus hijos, pero algunos decidieron quedar se para el funeral de Dumbledore.

EN EL FUNERAL

Miles de magos y brujas estaban llenando el lugar, preparándose para darle sus últimos respetos a Dumbledore. El carruaje azul claro del tamaño
de una casa, jalado por una docena de caballos alados gigantes, apareció en el cielo al caer la tarde, poco antes del funeral, y aterrizó en los límites del bosque prohibido, era Madame Olympe Maxime, que se lanzó hacia los brazos de Hagrid, que la estaba esperando.
Mientras tanto una delegación de oficiales del Ministerio, incluyendo al Ministro de Magia en persona, estaba siendo acomodada dentro del castillo.
Un coro de sirenas cantaba en un lenguaje extraño que no entendió, sus pálidas caras ondulando, el cabello de tono púrpura flotando alrededor de ellos. La música hizo que el cabello de la nuca de Harry se erizara pero sin embargo no era desagradable. Hablaba claramente de pérdida y
desesperación. Mientas miraba las caras de los cantantes, tuvo el sentimiento de que al menos ellos si lamentaban la pérdida de Dumbledore. Hagrid iba caminando lentamente hacia el pasillo entre las sillas. Estaba llorando en silencio, su cara estaba llena de lágrimas, y en sus brazos,
envuelto en un terciopelo morado con estrellas doradas, el cuerpo de Dumbledore. Hagrid había colocado el cuerpo con cuidado sobre la mesa. Hagrid dijo unas palabras, entre sollozos y lágrimas, al acabar el funeral todos os marchásteis, son un dolor de pérdida que no os dejaba parar de llorar.

UN PAR DE DÍAS DESPUÉS

Era hora de marchar se, no sabíais que pasaría con Hogwarts, pero si sabéis algo, Dumbledore le encomendó la misión a Harry de ir a por lo Horrocruxes, y no ibaís a permitir que lo hiciera solo. No estábais seguros de lo que pasaría mañana, ni pasado, pero si estábais seguros de que pase lo que pase, lo afrontaríais con valentía, y sobre todo, juntos.