DONCELLA.

"El Desván."

Abrí los ojos al escuchar el sonido de las gotas de lluvia golpetear contra la ventana, la habitación se encontraba aun en penumbra indicando que el sol seguía oculto. Cubrí mis hombros con la cobija al sentir un temblor producirse en mi cuerpo debido al gélido ambiente, observe la ventana pensando que tal vez estaba abierta para percatarme que se mantenía tal y como la habíamos dejado la noche anterior: cerrada.

La gruesa capa de vaho que adornaba el cristal de esta demostraba que el clima fuera de la casa era frío y tormentoso; cerré los ojos al ser cegada por la luz que salía del interior del baño observando de reojo como la puerta se abría lentamente, me talle los ojos suavemente con el dorso de mis manos al observar la silueta de Lisa salir del baño para después apagar la luz quedando inmóvil en su lugar al notar mi mirada en ella.

-¿La desperté señorita Jennie?

Pregunto en un susurro, negué palmeando el lado vacío a mi lado en la cama observando a Lisa caminar de regreso a esta para acostarse a mi lado al llegar, automáticamente gire mi cuerpo en el suave colchón acomodando uno de mis brazos debajo de mi cabeza en modo de almohada quedando de lado para poder observarla mejor.

-Esta lloviendo.

Musito en voz baja cerrando sus ojos mientras un suave suspiro escapaba de sus labios, observe el vaho proveniente de su boca logrando ver su rostro con claridad aún en aquella penumbra permitiéndome observar sus facciones más relajadas que de costumbre y el sueño reflejado en su rostro.

-¿Te gusta que llueva?

Pregunte acercándome unos centímetros mas a ella, Lisa asintió abriendo los ojos para después imitar mi acción volteando su cuerpo al igual que yo. Quedamos frente a frente con tan solo unos cuantos centímetros separando nuestros rostros, sentí su respiración golpear mi nariz por aquella cercanía y estaba segura de que Lisa también podía sentir la mía sin embargo, ninguna de las dos hizo el ademan de apartarse. Los ojos de Lisa recorrían mi rostro con atención como si quisiera grabarlo en su memoria por lo que decidí imitarla grabando cada centímetro de su rostro en la mía asegurándome de no dejar olvidado algún detalle, fruncí el ceño al observar sus sonrojadas mejillas para después llevar una de mis manos a su frente comprobando su temperatura.

-¿Te sientes bien Lili? Estas un poco sonrojada...

Susurre, sus mejillas se tornaron aun mas rojas al escucharme mientras asentía con su cabeza repetidas veces, sonreí divertida preguntándome que estaría pensando en aquellos momentos que la hiciera sonrojar de aquella manera para luego voltear mi cuerpo quedando a espaldas de ella.

-Señorita...

-¿Sería mucho pedir que me abraces Lili?

La corte sintiendo su brazo rodear mi cintura unos segundo después, sonreí sintiendo el acelerado latir de mi corazón para después tomar la mano de Lisa entre las mías dándole suaves caricias con mi dedo pulgar, Lisa cerro la poca distancia existente entre nuestros cuerpos pegando su pecho a mi espalda asegurando el agarre de su brazo alrededor de mi cintura, levante mi cabeza permitiendo que Lisa colocara su otro brazo debajo de ella sintiendo los vellos de mi nuca erizarse al sentir su cálido suspiro golpear contra mi piel.

Las gotas de lluvia seguían golpeando contra la ventana, esta vez creando un sonido más suave permitiéndome escuchar la lenta respiración de Lisa en mi oído lo que me hacia pensar que ya se había dormido por lo que cerré mis ojos dejándome invadir por aquella sensación de paz y tranquilidad permitiendo que el sueño se apoderara de mi.

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Desperté unas horas después con una tonta sonrisa en mi rostro al sentir mi cuerpo aun entre los brazos de Lisa quien seguía plácidamente dormida, voltee mi cuerpo con cuidado evitando despertar a la castaña a lado mío sintiendo mi sonrisa ampliarse aun mas al ver el placido rostro de Lisa al dormir, dudosa alce una de mis manos llevándola hacia su rostro, acaricie una de sus cejas con mi dedo pulgar para después apartar con cuidado el cabello de su cerquillo evitando que callera sobre sus ojos sobresaltándome un poco al ver a Lisa arrugar tiernamente su nariz.