E p i l o g o

663 125 30
                                    

6 Años después...






















. . . .
*Grabando*



¿Aún funciona esto? por lo que me explicó, si la luz estaba encendida quiere decir que sí.— decía un hombre cerca del lente de una cámara.—Listo.

se alejaba de la cámara para sentarse en una silla.

» Ah pasado un tiempo desde que hago esto...Una vez más no hará daño.

Como ya sabrán, mi nombre es Izuku Midoriya, actualmente tengo 25 años y soy el héroe número... mejor dicho, soy el "Símbolo de la Paz".. realmente me llaman por muchos hombres, ya ni se que soy.

Pero bueno, el caso es que... De seguro se preguntarán, ¿que ha pasado todo este tiempo? Pues aquí estoy para responder a eso.

Luego de lo que pasó... Toru y yo nos hicimos oficialmente una pareja (ella me dice que era obvio que iba a pasar, me gusta ver su rostro molesto al no darle la razón)

Desde ese entonces, debo admitir que mis días en la academia fueron los mejores, nunca se apartó de mi y siempre estuvo ahí cuando más lo necesite, y vaya que la necesité en muchas.

Golpes, huesos rotos, efectos de quirks y "comas" temporales, y en todas, nunca se separó... Bueno, eso y varios golpes de parte de ella que aún me duelen, supongo es el pequeño precio a pagar por sumergirme a una vida de mucho riesgo.

Luego de meses de estudio y muchas citas y escapadas de vez en cuando, nos graduamos de la academia, fue el día más especial de todos.

Esa chica "invisible" estaba más hermosa que nunca, se las arregló para ser lo más encantador de la escena, y de uno de mis mejores recuerdos junto a ella.

Estar junto a ella era cómo soñar despierto, su burbujeante personalidad siempre estaba ahí para sacarme una sonrisa, y aquello par de ojos color esmeralda que podía vislumbrar de vez en cuando me causaba intriga y duda de si esa invisibilidad era tan permanente cómo ella pensaba...

Era sin dudas otro nivel.

Tenía un brillo especial junto a una felicidad indescriptible, había logrado su mayor meta, y claro que la apoye, hasta el último segundo sin dudar.

Esa noche todos fuimos a celebrar, todo fue ameno y con ese aire de camaradería... porque sabíamos que esa podía llegar a ser una de las últimas veces en la que tendríamos tiempo para estar todos juntos en un lugar, así de tranquilos.

Así que... en medio de miradas de complicidad (y ella no pudiendo soportar más el no decirlo) decidimos contarles a todos.

Todos quedaron completamente sorprendidos, decían que lo veían venir pero no estaban siendo del todo sinceros, y creo que había uno que otro decaído... Bueno, no es mi culpa.

Nadie se esperaba algo así de nosotros para aquella noche... Aunque, si te ponías a pensarlo, estábamos siempre juntos, ¿era obvio no?... Nah, soy el menos indicado para decir eso.

Y luego de aquella noche, donde hubo risas, abrazos y la promesa de seguir siempre unidos... Pasaron meses de puro y arduo trabajo heroico.

𝚂𝚎𝚗𝚝𝚒𝚍𝚘𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora