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La tarde del domingo en un restaurante lujoso cuya estética estaba inspirada en los lujosos salones europeos, en el centro del enorme salón, estaba una única persona esperando, la luz era tenue los manteles rojos y luces amarillas eran cálidas, un único mesero parado a la diestra del único comensal esperando junto a una botella de vino tinto abierta en una cuba contenedora, sin música de fondo, el único comensal esperaba.

Pasos se oyeron en el sitio, rompiendo con el silencio que envolvía al lugar.

— Buenas noches, Sr Kuma san... dijo con una sonrisa cínica, mientras se sentaba al lado del hombre.

— No le parece excesivo cerrar el lugar para nosotros...

— En lo absoluto, es lo justo considerando que cumplió su palabra en la edición de sempiterno, quede impresionado con su trabajo, especialmente en las ventas que me reporto mi asistente, debe felicitar de mi parte al joven Henmi por favor.

Respondió el hombre cuyo seño estaba fruncido, vestía un traje negro, perfectamente planchado, su rostro era serio y estoico, su mirada grisazulina contrastaban con su blanca piel y el cabezo azulado, para Kirishima era increíble el ver a este hombre que en cuanto cruzaron palabra, sintió algo, como si el tiempo se detuviera y al mismo tiempo como si lo conociera de todo, era una sensación molesta o mejor dicho intrigante y fascinante, el hombre cuyo pseudónimo era Kuma, describía perfectamente la imponente figura de este, pero al mismo tiempo podía sentir una calidez indescriptible manando de él.

— Cuente con ello, señor Kuma...

— Takafumi, llámeme por mi nombre por favor, o Yokosawa, como se sienta más cómodo, interrumpió al castaño, dejándolo perplejo ya que le ofrecía llamarlo por su nombre cosa poco común en Japón.

— Está bien Takafumi san. Dijo con amplia sonrisa, inexplicablemente se sentía cómodo, demasiado cómodo el hecho de intercambiar palabras con este desconocido, sin embargo, por su trabajo en el manga sentía que lo conocía.

— He ordenado la cena, espero que sea de tu agrado Zen.

El misterioso peliazul le hablo con mucha confianza y la cena era tan del gusto del castaño que le dio escalofríos de lo acertado de sus elecciones ni su difunta esposa habría atinado a cada uno de sus gustos, sin embargo, a pesar de todo lo misterioso era agradable estar al lado de ese hombre imponente, otro aspecto que tampoco le desagradaba al castaño era que no le quitaba la mirada de encima cada movimiento era registrado por los ojos azulinos, sin pronunciar palabra solo en silencio observaba cada movimiento del castaño, cualquiera estaría molesto por este acto morboso pero no le molestaba en absoluto.

— ¿Señor Takafumi nos hemos conocido alguna vez?, es que, me da la impresión de conocerlo o que usted me conoce...

La pregunta salió de la nada, desconcertando a los dos comensales, pero con calma el peliazul, bajo su copa y sonrió por primera vez, era una sonrisa cálida y tímida, dejando una fuerte impresión en el castaño.

— Posiblemente en otra vida... aunque en también siento esa sensación que describe, lamentablemente no nos conocíamos en esta vida.

— Usted es un hombre que ha vivido siempre en Japón y yo... he viajado por el mundo desde hace mucho tiempo, sin un hogar fijo o una familia que me espere... guardo silencio por un momento en su mirada se reflejaba la dura soledad y nostalgia tomo su copa de nuevo y esta era llenada del colorido líquido y continuo sin dejar que Kirishima comentara algo al respecto.

— Su familia ha de ser muy agradable considerando lo maravilloso de su trabajo, es decir usted demuestra una claridad que solo una familia le puede dar, mi padre especialmente creía en el poder de la familia para el éxito del hombre, una buena mujer y los hijos que nos hacen ser mejores. Le dijo en confidencia el moreno, pero sus palabras y su rostro no coincidían en lo que expresaba, especialmente cuando hablo de las palabras que su padre le había externado.

— Vaya, su padre es muy sabio, por tales palabras, pero sabe las familias son muy variadas y tan distintas a lo que usted menciona es una visión tradicional que no va conmigo, vera, mi hermosa esposa falleció y nos dejo a mi bella hija y a mí en este mundo, pero sabe, a pesar de la perdida de mi querida Sakura, mi hija y yo somos una familia y somos muy felices.

Yokosawa rio bajo, cosa que molesto al castaño, pero ese sentimiento malo desapareció en cuanto Yokosawa abrió la boca.

— Es maravillosa la manera en la que habla de su familia y de la felicidad que le da, los tiempos han cambiado y tienen razón mi familia siempre fue muy conservadora y me da mucho gusto que tenga ese espíritu tan fuerte, me recuerda tanto a una persona que ame profundamente en el pasado, era tan libre y fuerte, con un carácter como pocos posiblemente eso fue lo que conquisto a este hombre débil y cobarde.

Una lagrima escapo de sus ojos, era difícil saber si fue por la risa o por el recuerdo de esa persona que le recordaba, Kirishima sintió un latido en su estómago, no lo entendía quería tocar a ese hombre, pero era una idea ridícula si era la primera vez que se reunían, jamás en su vida le había pasado por su mente algo así, continuaron platicando hasta que el reloj dio las 11:00 pm y debía recoger a su hija con su madre, la noche concluyo.

Esa noche Zen soñó con un lago enorme a la izquierda una pequeña villa japonesa de madera, alcanzo a ver a una persona sentada en el pórtico fumando de una pipa larga, ataviado con un Obi color gris y verde paja, quería ver quien era esa persona, la cual volteo hacia él, como reconociéndole, bajo su pipa y le dio una sonrisa, a pesar de saber que el extraño sonreía no pudo ver su rostro.

SEMPITERNOWhere stories live. Discover now