10.¿Acaso tienes Alzheimer?

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"¿Cómo te atreves a volver?
Me hiciste daño pero sigo vivo
Contigo yo me acostumbré a perder
Mi corazón funciona sin latidos"
Morat/Cómo te atreves
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//Primer Domingo//
//15/20//

Charlie

Los ladridos de Snoopy me despertaron a las 5 de la mañana.

Me encontraba acostado en el sofá con un cobertor tapandome hasta el cuello.

Si de algo estaba seguro es que en las madrugadas hacia mucho frío.

El estúpido perro seguía ladrando parado frente a la puerta. Como yo ya sabía, ese perro no quería hacer popo ni pipi. Solo quería despertarme.

Sabia que tenía que abrir esa puerta para que se callara.

Solo eso.

Literalmente solo debía abrir la puerta, el perro miraría para afuera y luego se echaría a dormir nuevamente. Solo eso.

Lo sé por qué eso había estado haciendo cada mañana. Literalmente cada mañana de estos últimos días.

Así que me decidí a levantarme. O almenos eso intenté pero me di cuenta de que hoy estaba más pesado de lo habitual. Sentía un peso sobre el pecho.
Entonces miré bajo la sabana y la encontré a ella. Acostada sobre mí, con la cara incrustada en mi pecho respirando suavemente sobre mí.

Allí estaba ella.

Serena.

Aferrada a mi mientras dormía. No sé en qué momento acabamos así.

Vimos anime hasta quedarnos dormidos sobre el sofá.

Di gracias al cielo por no tener una de esas erecciones matutinas.

Snoopy no dejaba de ladrar y yo no podía moverme de donde estaba sin despertar a Serena. así que hice lo mejor que se le ocurrió a mi adormilado cerebro. Hacer esos típicos sonidos que les haces a los perros para que se callen.
>>¡¡Pss psssss!! ¡Snoop, Pss psss, chitó, shuuuuu! ¡¡Shuuuuuu!!<< curiosamente Snoopy obedeció al último "¡Shuuuuuu!". Hizo un sonido extraño agudo y se fue a dormir cerca del radiador.

Me sentí aliviado al no tener que escuchar al condenado perro. Pero después me di cuenta que ahora las únicas dos cosas que podía escuchar era:

1)La suave respiración de Serena.
2)Mi corazón martillando a 3.000 palpitaciones por segundo.

Recordé que había traído un pequeño colchón. Me pregunté si sería buena idea irme a dormir al colchón. Pero luego recordé que ni siquiera podía levantarme del sofá. Estaba acorralado por una chica de 1.70, Yo que mido 1.81.

Puedo sentir su calor sobre mi.

>>¡Joder, si sigo pensando así terminaré incrustandole mi ereccion en el abdomen!<<

Supongo que solo me queda aprovechar el sueño que tengo, relajarme y déjarme llevar por la suave marea.

"Fluir" con la marea.

Es cosa fácil.

(#—#)

¡¡No pude pegar el ojo en ningún momento!!

No sé cuantas horas an pasado pero mi trasero ya está rozando el Entumecimientus maximus. Por momentos estuve debatiendo el levantarme o quedarme a sufrir una parálisis de trasero. Podia imaginar al doctor diciendo algo como >>En todos mis años como doctor nunca vi un caso tan grave de parálisis de trasero. Tenemos que amputar<< aunque estoy casi seguro de que no te pueden amputar el trasero y de que no existe tal cosa como la parálisis de trasero, aún así, estoy preocupado.
Para cuando me había decidido a moverme Serena lo hizo por mi.

Let Somebody GoWo Geschichten leben. Entdecke jetzt