I'm a Lo$er | au

CAPITULO 11

TaeHyun entró al dormitorio aún un poco perturbado por el acabado tan rápido de su salida con YeonJun, aunque no se quejaba del todo, había sido bastante agradable.

Se dejó caer en el sofá grande que estaba en el living, suspirando y mirando el techo del lugar, para luego escuchar unos gritos provenientes de la habitación de BeomGyu, eran del mismo.

Se iba a levantar e ir, aquell9 le había preocupado, pero al hacerlo BeomGyu salió, con un semblante claramente molesto, cerrando con fuerza la puerta de su habitación asustando a TaeHyun y caminando hacia la puerta para ponerse los zapatos que tenía al lado de la misma.

— ¿Estás bien? — preguntó TaeHyun en un tono bajo, captando toda la atención de su contrario, que ya se había colocado los zapatos.

— Ese no es tu maldito problema. — bramó, abriendo la puerta y saliendo dando otro portazo, asustando nuevamente a TaeHyun.

Desconcertado solo se quedó de pie, sin hacer nada, simplemente viendo hacia la puerta, sin entender que había pasado.

Apenas habían llegado a hablar, y sabía que el ser sarcástico y muy respondon parecía ser parte de su personalidad, pero jamás pensó que podría llegar a estar tan molesto como ahora, lo suficiente para inclusive asustarlo.

Resignado prefirió ir a su habitación y buscar ropa para darse una ducha y ponerse a estudiar un poco del tema nuevo en historia, y así ponerse al día con los temas que había dejado se acumularan.

TaeHyun preparaba un poco de ramyeon clásico cuando la puerta del dormitorio fue abierta, bastante sorprendido fue a ver si se trataba de BeomGyu, pues había estado casi tres horas fuera.

Efectivamente ahí se encontraba BeomGyu, pero el como estaba parecía algo irreal y dejó salir un pequeño grito de asombro y perturbación.

Su rostro se encontraba bastante golpeado, con una cortada en su ceja, además de un poco un de sangre seca cerca de su labio, su cara cansada y un moratón en el área del pómulo.

— Dios santo, ¿estás bien? — con preocupación TaeHyun se acercó tomando entre sus manos el rostro del contrario.

— Sí, lo estoy. — bufó, quitandolo sin cuidado alguno — ¿No te han dicho que tocar la cara de otras personas o invadir su espacio personal? — se quejó caminando hacia la cocina.

— Lo siento. — murmuró apenado siguiéndolo hacia la cocina.

— No importa. — hizo un ademán con la mano y vio la olla con ramyeon — ¿Lo hiciste?

— Sí, ¿quieres? — preguntó y BeomGyu hizo un sonido afirmativo.

Sin mucho más sirvió en dos tazones el ramyeon y los puso sobre la pequeña mesita acompañado de un par de palillos, sin rechistar BeomGyu tomó asiento y comenzó a comer.

Mientras comía hizo algunas muecas de dolor, los golpes esparcidos por todo su rostro y parte de su cuerpo, parte que TaeHyun no había visto por ahora.

— ¿Puedo saber que te pasó? —preguntó con tono bajo e intentando ser amable.

— No es de tu incumbencia. — masculló acabando de comer — Gracias por eso. — sin más se puso de pie para poner el tazón en el fregadero, lavarlo y ponerlo con los demás que estaban limpios para por fin dirigirse a su habitación.

— Oye, espera. — TaeHyun no se iba a dar por vencido, así que se puso de pie y fue tras él tomándolo de la manga de la sudadera que portaba, haciendo que se quejara — Si no me quieres decir que pasó está bien, pero al menos déjame ayudarte con eso, se ve feo. — hizo un mueca y BeomGyu pareció pensarlo.

— Bien. — accedió y TaeHyun sonrió minimamente — Te espero en mi habitación. — sin más se soltó de su agarre y se adentró.

Un poco desorientado TaeHyun fue de regreso a la cocina en busca del botiquín de primeros auxilios que tenían los dormitorios en caso de ser necesario.

Lo tomó y fue hacia la habitación de BeomGyu, tocó la puerta y espero pacientemente hasta que escuchó un "pase" desde adentro, tomó aire y giró el pomo abriendo la puerta y entrando, jamás había estado allí.

Habían luces led pegadas en la pared, un ordenador sobre un escritorio bastante grande, una silla con ruedas de color negro, un armario al lado de la cama y varios pósters de distintas bandas de rock.

Con cuidado se acercó y tomó asiento en la cama, frente a BeomGyu, quien solo lo observaba sin decir nada.

Sacó un poco de algodón y echó alcohol en él para comenzar a limpiar alrededor de las heridas, escuchando pequeños quejidos por parte de BeomGyu, después aplicó algo de pomada y se alejó, observando el golpeado rostro del mayor, y aún así podía ver lo atractivo que era.

— Listo. — murmuró, recogiendo las cosas.

— Gracias. — suspiró y pasó una mano por su cabello, el cual crecía sin control.

TaeHyun asintió y se retiró como si lo ahuyentaran, jamás había estado tanto tiempo con BeomGyu, tal vez después de todo valdría la pena conocerlo.