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Chat: Sunghoon y Doyun

Sunghoin:
holaa
sigues dormida?
:(

Doyun:
estoy despierta
holaa

Sunghoin:
buenos días

Doyun:
oh, al parecer alguien se despertó de buen humor hoy
buenos días

Sunghoin:
shh, cállate:(
estás lista para hoy?
a qué hora te recojo?

Doyun:
cómo que a qué hora te recojo? ni que fuera basura :<
pasa por mí dentro de unos minutos

Sunghoin:
NO LO DIJE EN ESE SENTIDO, YANG, LO SABES D:
está bien, estaré allí

Doyun:
te espero


Cuando Park llegó, Doyun le sonrió sin poder evitarlo. Sunghoon era guapo, y tenía una tierna y bonita sonrisa de colmillitos demasiado cálida.

El viaje fue tranquilo entre pequeñas conversaciones hasta que llegaron al mirador, dónde los especialistas los equiparon de forma segura antes de que se adentraran entre los rumbos que conducían al bosque alrededor de mirador.

Estaba bastante alto, por lo que Doyun varias veces lloriqueó y se aferró al barandal, por miedo a seguir.

── Si te da vértigo, ¿por qué aceptaste venir aquí? ──

── Porque quería salir contigo... Siempre estamos peleando y que estemos aquí tan tranquilos, en un lugar abierto me genera paz, no quería desaprovechar la oportunidad. Sólo que no me esperé que estuviese tan alto ──confesó con un pequeño puchero para luego aferrarse al brazo que le estaba tendiendo.

Park se quedó en silencio viéndola.

── Doyun...

Ella sólo lo miró, esperando lo siguiente.

── Sé que justo ahora tienes miedo, pero yo estoy aquí, y créeme no te va a pasar nada ──aseguró con un tono de voz firme.

── Ya sé... Aunque no lo parezca confío en ti ──murmuró y Hoon sonrió un poquito -muy- orgulloso.

Yang por su lado suspiró y caminó junto al mayor, tratando de no mirar hacia abajo. A pesar de los arneses de seguridad y todo, seguía siendo medio aterrador.

Aunque bastaron minutos para que agarrara suficiente confianza como para soltarse de Sunghoon y caminar por su cuenta, finalmente disfrutando del recorrido por los bonitos colgantes.

Tomaron fotos y de vez en cuando se sonrieron. Park no era un tipo de muchas palabras... Bueno, de todas maneras era introvertido, y Doyun era extrovertida pero la verdad no es que eso significara que fuese una explosión parlanchina; así que entre ellos mayormente había un cómodo silencio.

── Tus lunares son bonitos ──confesó la fémina, mirando el rostro del mayor.

Sunghoon reprimió una sonrisa en un intento fallido y luego le acarició el cabello.

── Y tú tienes un cabello hermoso, y largo. Nunca más vuelvas a cortarlo. O me enojaré contigo ──advirtió.

Doyun se rió un poco, recordando aquellos días tortuosos que tuvo que soportar por haberse hecho mal el flequillo.

── Puedes estar tranquilo, no volveré a hacerlo ──

El más pálido asintió convencido, mirándola durante unos segundos, antes de intercalar la mirada en uno de los árboles que había cerca.

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