Capítulo 25

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Capítulo 25

— ¿Y tú qué?

—Pues lo normal y cotidiano. No hice mucho la verdad.

—Créeme que hiciste más que yo. Al menos aprendiste a hacer arroz sin quemarlo.

—Muy chistoso.

Estuvieron comiendo y comentando lo que hicieron ambos durante esa semana. Row apareció con lágrimas en el rostro y Black se preguntó que estaba sucediendo. La chica no podía ni hablar por el llanto y decidió que era mejor conversar cuando se calmara un poco. Le dio un remedio para la tristeza que su madre le hacía cuando estaba en ese estado, era una especie de té de hierbas y un toque de chocolate, sabia raro, pero era rico. Black espero a que ella hablase primero cuando se calmó un poco.

Para él era como su hermana, y siempre cuidaba de ella como fuese.

—Black, sucede algo y...

—Dime.

—No vayas a actuar agresivo cuando te lo diga, por favor.

Black asintió tratando de actuar normal. Row estaba demasiado nerviosa y jamás la había visto así, la conocía muy bien y pensaba que tal vez era algo simple. Row era una chica demasiado alegre y positiva ante todo y ahora parecía otra persona, sus dedos temblaban y su corazón estaba acelerado. Respiro varias veces y al fin decidió hablar:

—Mi padrastro me viola, Black. Estoy embarazada de él.

Al oír eso, Black se levantó y se dirigió hacia la puerta. Iba a matarlo, de eso estaba seguro. Fue hasta la casa de Row y encontró al bastardo limpiando su auto. Le dio varios golpes en la espalda y lo lanzo al suelo, éste se giro y le dió un golpe en toda la cara al chico, se tambaleó un poco y Black agarró mas fuerzas y lo lanzó contra el suelo de nuevo, esta vez dejándolo medio inconsciente. Sabía que no iba a parar porque no controlaba su fuerza ni la medida en que le hacía daño al otro. El hombre era robusto pero débil, y aunque tenía un poco más fuerza en los brazos no le sirvieron de nada, porque Black le lanzaba golpes en todo su rostro, rompiéndole la nariz, la boca y dejándoles rasguños por todas partes. La voz de una persona no fue suficiente para continuar dándole golpes. Estaba demasiado furioso, y ahorcarlo podría ser el fin del padrastro de Row. Luego otra persona, esta vez un policía separo a ambos.

Black fue llevado a la comisaria y el señor también. Cuando estaba en el interrogatorio dijo todo lo que Row le había dicho, y aunque solo ella dijo que la había violado era más que suficiente. Black estuvo encerrado por un par de días, pues su padre buscaba dinero para pagar la fianza. Jamás se había comportado de esa manera en su vida, pero juro que lo iba a matar cuando saliera de allí.

— ¿Dónde esta el imbécil? —preguntó Black al cuarto día, pues su padre aun no conseguía dinero.

—Está libre, Black.

— ¡Maldito!

**

A la semana, Black salió de allí buscando al padrastro de ella y lo consiguió bebiendo cerveza en un burdel. Esta vez Black salió lesionado en varias partes, porque no solo él le dio en el estomago, sino sus amigos y ahora estaba en el hospital con golpes y moretones por todos lados.

—Black —la voz de su mejor amigo lo hizo entrar en razón se movió un poco para verlo mejor y Sam estaba sentado al lado suyo con el ceño fruncido. Jamás lo había visto así y era muy extraño de ver.

—Me duele todo, pero valió la pena.

— ¡Estás demente! —dijo Sam—. Al menos pudiste hablar con la policía o con tu padre. Afortunadamente tengo dinero para pagar tus idioteces. Siempre cuido tus espaldas y sales lastimado. Row está en la habitación de arriba. Preguntó por ti y bueno estaba preocupada —hizo una pausa—. Hay otra cosa que también debes saber, Black. Efectivamente la persona que Trish lleva en su barriga es mío —Black rodeó los ojos—. Aquí hay una serie de cartas que te dejo tu madre, llegaron ayer en la noche. Están cerradas y nadie las ha leído. Cuando te recuperes, vamos a casa y la leeremos juntos. Ahora necesito que descanses.

Black & Sam © (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora