𝟎𝟖| 𝙳𝚘𝚕𝚎𝚗𝚌𝚒𝚊

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El Domingo por la mañana los gemelos Kaulitz ya se encontraban en casa de Jane, tomando una infusión que la señora Stoepel había preparado. La mujer mayor no tardó en salir directo hacer las compras dejando a su hija con sus amigos para que se encontrarán cómodos

-¿Y cuál es tu plan?-Pregunto Bill

-Nos vamos yendo despacio-Respondió Tom-Mañana cuando tengas a Gustav enfrente de ti, tendrás que besarme Jane-

-¡¡¡¡¡¡¿QUE?!!!!!!-

Jane y Bill gritaron en unísono, sin poder creer el ridículo plan de Tom, quien parecía muy relajado tomando de la infusión

-¿Estás de joda?¿Seguro que es un plan para Gustav?-Pregunto Jane

-Si, te besaré frente a él, y Bill tendrá que estar pendiente de su reacción, si le molesta la respuesta es clara. Le gustas pero se hace el machito-Decia Tom
-¿Y si no tiene alguna reacción?-
-La tendrá, todos reaccionan cuando hay momentos espontáneos-

-Ahora que lo pienso, puede ser un buen plan-Añadió Bill-Salió a buscarte el día de la fiesta y te vino a dejar a casa ¿Quién haría eso?-

-¿Los ves? Todos está claro-

Jane se quedó en silencio, tratando de buscar en alguna respuesta, pensando en algún pretextos romántico que pudiera haber dicho Gustav, pero no recordó nada más que su rostro molesto y sus palabras crueles

-¿Y va a funcionar?-

-Apuesto tres euros a qué sí-Respondió Tom-Será fácil poder ir tras mis labios. Si no funciona no hay porque entrar en pánico, al menos ya habrás probado mis labios-

-Ewggggg...-Jane hizo una mueca de fastidio no muy contenta con ese plan-¿Es el único plan que se te ocurrió?-

-No, este es el primer paso para el plan. Para que Gustav se finge en ti tienes que demostrar desinterés-

-¿Desinterés?¿Pero eso no me va a dar desventajas? Lo que quiero es acercarme a él, no alejarme. No estoy segura de tu plan Tom-
-Deberias confiar en mí, sé lo que hago, a ese rubio lo que quiere es que lo ignores, aveces las cosas funcionan al revés-Respondió el rastafari

Mientras tanto Bill se encontraba tranquilo terminando de la infusión pero segundos después se levantó de la silla para salir afuera, donde sabía que Gustav estaba sacando las compras de la cajuela del auto

-¡Hey Gustav!-

Tom y Jane rápidamente se asomaron por la ventana, observando a escondidas como dos ratones en fuga. El menor de los Kaulitz tenía una sonrisa alegre tratando de contagiarsela a Gustav, pero este parecía no tener intenciones de sonreír, ni siquiera un poco

-¿Y si te gusta?-
-¿El que?-
-Berlin-
-Supongo....no tengo de otra-Respondió Gustav

-Suenas duro, no sueles hablar mucho por lo que veo-

-Me gusta tener mi propio espacio-.-Ser tímido tiene un poco de desventajas-

Bill asintió con la cabeza mientras observaba a Jane y a Tom a través del encaje de la cortina, este rodeo los ojos al verlos tan descarados

-Parece que aún no terminas de instalarte-
-Mi madre suele olvidar la mayor parte de las cosas que va a comprar. Así que bueno, me he ofrecido a comprarlas-Decía Gustav mientras bajaba las cajas de leches entre otras despensas

-¿Gustav?-el rubio se quedó inmóvil esperando las palabras de Bill-Te diré quién te beso si tú me dices quién me beso Ami, en el juego digo-

Gustav sonrió de lado y soltó un suspiro largo pues no necesitaba que alguien se lo dijera

𝗠𝘆 𝗡𝗲𝘄 𝗡𝗲𝗶𝗴𝗵𝗯𝗼𝗿; Gustav SchaeferWhere stories live. Discover now