𝟏𝟖| 𝙸𝚍𝚎𝚗𝚝𝚒𝚍𝚊𝚍 𝚎𝚗 𝚛𝚒𝚎𝚜𝚐𝚘

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Parte dos

El dolor de cabeza era intenso, entre un frenesí de adrenalina. Rachel podía escuchar nada, en lo absoluto, todos sus sentidos se habían debilitado por completo, se había quedado sin fuerzas pero al oír desde lejos el sonido de las patrullas rápidamente, a duras penas bajo del auto, con la frente sangrando, así como su abdomen y la pierna, cojeo hasta las puertas de la ambulancia.
Georg estaba intacto, ella se subió con dificultad, sin pensárselo mucho empezó a desconectar a Georg de los aparatos y este no tardó en abrir los ojos con el cuerpo adormilada

—¿Qu...e...Mier...rda...?—.—¿Ra..Rachel?¿Que te paso?—

Pestaño varias veces al verla lastimada, cuando esté intentó levantarse se quejó por la herida que tenía

—¡Joder duele!—
—Georg, debes ser fuerte, tenemos que correr—
—¿Qué es todo este alboroto?—Preguntó con un poco de dificultad
—La gente de Davidwache viene por ti, por nosotros ahora, Bill, Tom están tratando de perderlos, no hay tiempo de explicarlo. Necesito que te pongas firme y nos andemos de aquí ¡YA! o dentro de poco tendremos los pescuezos en manos de ellos—

Este asintió entre quejidos, Rachel rápidamente lo ayudó a levantarlo provocando que la herida empezará a chorrear de sangre, aún así. Goerg tuvo la fuerza para bajar la ambulancia

—Dame la pistola, y para ese auto—Ordenó Georg

Rachel asintió, rápidamente se puso en medio la calzada, haciendo señas para que el auto se detuviera, este al ver cómo una mujer estaba sangrando y la ambulancia estaba hecho un desastre freno

—¿Puedo ayudar en algo señorita?—

—Si que puedes—Dijo Georg apuntando el arma frente al rostro del chico, mientras que con la otra mano mantenía presión a su herida—¡Anda bajate si no quieres que te desplome!—

El conductor entre el miedo no tuvo de otra más que obedecer, bajo del auto tomando su móvil para reportar aquel asalto

—Subete Rachel, tu manejas—
—¡¿Yo?!—
—¿Me ves con cara de que puedo hacerlo yo?—

Ella negó, obedeció sin rodeos, el de ojos verdes seguía apuntando al chico quien parecía un poste. Cuando ambos se subieron Rachel dió la vuelta el auto torpemente

—Sube la velocidad Rachel, estos desgraciados ya vienen detrás de nosotros. Yo me encargaré de estos perros, cubrete bien ese rostro guapa—

Georg se aseguró de que el arma que Rachel tenía en las manos estuviera cargada, cuando lo comprobó rápidamente se acomodó con la mano sangrando, empezó a disparar tratando de volarle la cabeza a algunos de los conductores de Davidwache. Los de Davidwache también empezaron a tirar bala sin éxito, los auto de alrededor frenaban al instante y se hacían a un lado para abrirle el paso al auto que venía con la velocidad máxima

—Gira a la izquierda al llegar al supermercado—
—¡No puedo!Georg, no se girar!¡No sé manejar!—

—¡PUES ME VALE UNA MIERDA!—grito entre toda la velocidad—¡TU ME GIRAS EL PUTO AUTO COMO SEA. VOY A DESHACERME DE ESTOS ESTORBOS—

Rachel tomó con fuerza el volante, tratando de prepararse para el gran giro que tenía que dar. Mientras que Georg sentía que no aguantaba más podía sentir su cuerpo entumecerse, la piel se le había vuelto pálida y la frente hecho un mar de sudor. Tenía el rostro fruncido tratando de aguantar el dolor

𝗢𝗻𝗲 𝗢𝗳 𝗨𝘀; Tokio Hotel Where stories live. Discover now