𝐒𝐨𝐮𝐥𝐦𝐚𝐭𝐞𝐬 || 𝐀𝐥𝐞𝐜 𝐋𝐢𝐠𝐡𝐭𝐰𝐨𝐨𝐝, 𝐉𝐚𝐜𝐞 𝐖𝐚𝐲𝐥𝐚𝐧𝐝

𝟏𝟏.

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- ¿Sabes que tenemos que levantarnos? - Le preguntó Chloe a Alec cuando estuvo en los brazos de su amante después de que el hombre hubiera puesto la Copa Mortal en un lugar seguro. Al mismo tiempo, tuvieron que escuchar los gritos de la hermana menor de Chloe, cuya prioridad era encontrar a su madre.

Chloe, sin embargo, no quería ayudar a Clary y no ocultó su odio hacia su hermana menor y su madre, quienes habían lastimado a la niña en el pasado y le habían causado mucho dolor.

- Lo sé, pero me encantaría pasar tiempo en la cama contigo - Respondió Alec y la besó en los labios. Chloe intentó liberarse de su agarre para salir de la cama, pero el hombre se lo puso difícil.

- Alec, déjame ir - Ordenó la pelirroja y al rato la soltó de su abrazo.

- Es hora de volver a mis deberes diarios y ocuparme de Clary - Dijo Alec, y Chloe pudo ver el frustración en su rostro mientras se levantaba de la cama.

Alec y Chloe salieron de su habitación y caminaron hacia Jace, Izzy y Clary mientras el monitor sonaba y mostraba un símbolo en movimiento en los terrenos del Instituto.

- Alguien ha invadido nuestra propiedad - Dijo Jace mientras él e Izzy se acercaban a Alec y Chloe, quienes estaban mirando el monitor.

- ¿Qué está sucediendo? - Preguntó Clary aterrada mientras se acercaba al grupo de cazadores nocturnos.

- Alguien está intentando entrar - Respondió Chloe rápidamente.

- Podría ser un círculo - Respondió Jace antes de mirar a su Parabatai que sostenía la mano de Chloe, poniendo celosa a la rubia chico. Jace no podía creer que Chloe hubiera comenzado una aventura con Alec después de que ella rompió con él cuando lo sorprendió besando a su hermanastra menor.

Un momento después, él, Izzy, Chloe y Alec comenzaron a caminar hacia la salida del Instituto para ver al intruso.

- Te lo dije - Dijo Alec, caminando entre Jace y Chloe.

- Demasiado pronto - Confesó Jace, y un momento después se encontraron en las instalaciones del Instituto con armas en las manos. Patrullaron la zona hasta que notaron a alguien con alguien en brazos.

- ¡No se mueva! - Gritó Alec, con una flecha cargada hacia el intruso. - Deja lo que estás sosteniendo. ¡Manos arriba! - Gritó el hombre mientras Clary corría hacia el grupo, espada serafín en mano.

Apareció una figura y todos vieron a Rafael sosteniendo el cuerpo sin vida de Simón en sus brazos.

- ¡Oh Dios, Simón! - Gritó Clary devastada mientras se acercaba y veía a su amiga muerta.

Un momento después

Raphael y Jace colocaron el cuerpo de Simon sobre una mesa de madera en el sótano mientras Clary lloraba por la muerte de su amiga.