" Una idea maravillosa "

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POV HAYLEY

Las clases terminaron y yo no podía estar más cansada. No me arrepiento de haber aceptado al grupo de los adolescentes, se portaron como nunca, pero fueron demasiados trabajos.

Vi como el último niño se fue, después de aquí cada uno iba a su casa de acogida o con sus padres adoptivos.

Lily vino corriendo hacia mi antes de subir al coche con su tutor de servicios sociales. Se abrazó a mi y me miró con una sonrisa.

- Nos vemos mañana y dale muchos besitos a Loren, así estará más feliz- volvió a apoyar su cabeza en mi pierna.

- Lo haré- dije con una sonrisa.

Se despegó de mi y corrió de nuevo hacia su tutor.

Escuche las voces de Delia y Aradia a mi lado, así que me giré para ver que pasaba.

- Niño, vete ya te estab esperando- dijo Aradia molesta.

- ¿Nos vemos mañana Delia?- preguntó el, ignorando completamente a esta.

- Si, descansa- respondió ella con una sonrisa.

Le dio un último abarazo y, aprovechando que Delia no miraba, le saco el dedo a Aradia. Al final esta tenía razón.

Ella se lo sacó de vuelta, de verdad, parecían dos niños pequeños, lo único que una tenía más de cien años.  

- Tu novia me odia- le escuche susurrar.

Delia se giro hacia la mencionada, ella aparento estar normal, no quería que la pillara y luego le echara la bronca.

Ella alzó sus hombros, haciéndose la que no entendía.

Al final se fue y, mientras lo hacía, Aradia no dejó de sonreír. Se montó en el mismo coche que Lily y se fueron.

- Si, le odio- dijo Aradia.

Recibió un golpe por parte de su chica, yo no pude evitar reírme. Celeste se unió poco después.

- Hayley, ¿puedes hacerme un favor?- preguntó.

- Claro, dime- la mire.

- Loren sigue cavando y plantando, lleva ya nueve horas ahí, ¿la puedes convencer de que pare?- se notaba cansada.

- Pensé que había terminado hace una hora- conteste.

- Pues no, ahí sigue- dijo.

- Gracias por decir me lo- ella asintió con una pequeña sonrisa.

Me dirigí a la parte trasera el edificio, nada mas llegar la vi, estaba agachada metiendo algunas semillas en los agujeros que hicieron.

Comencé a andar hacia ella, al escúchame alzó la cabeza. Esbozó una gran sonrisa.

- En unas horas más tengo todas las semillas plantadas- comento.

- No, en unas horas tu y yo estaremos en casa, tranquilas y comiendo- ella frunció su ceño.

- Pero quiero acabarlo- dijo, poniéndose de pie en el proceso.

- No se va a mover de aqui- acaricié sus brazos.

- Lo sé- me miró.

Tenía la cara con amun poco de tierra y sus manos ya ni te cuento. Escuche como su tripa sonó, entonces commprendi que no se había movido de aquí ni para comer.

- No has comido nada, ¿verdad?- ella negó avergonzada- Pues con más razón, vamos a casa-

- Mañana volveré, lo único que te esperaré- sonreí ante aquello.

Esto es imposible | Parte II (En proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora