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Enzo llegó a donde estaba ubicada Lucía y le tocó el hombro — Tenemos que hablar.

— Sí – dijo algo nerviosa.

— Quéres empezar vos?

— Bueno – tronó los dedos y se preparó para hablar – quiero empezar a salir con vos. — Eh?

— Sí, quiero que intentemos algo más; si queres, obvio.

— Obvio que quiero, pero tengo que decirte algo – la miró algo raro – tenemos que besarnos con Martina..

— Qué?! – se asustó – Ah, para una escena – rió.

— No te molesta? — No, es por trabajo – ella le sonrió y lo abrazó.

— Para, ahora caigo, cómo que queres intentar algo conmigo? – ambos rieron.

Ellos se quedaron hablando un rato mientras que Martina paseaba un poco por el set, quería distraerse un poco. Mientras caminaba se chocó con un chico, a lo que le recordó al conocer a su "amado":

— Qué te pasa pelotuda? Fijate por donde vas?

Solo que esta vez fue diferente.

— Ay perdón, estás bien? – la sostuvo, se la notaba débil.

— Perdón – siguió caminando, sin mirar a la cara a aquella persona.

— Estás bien? – la agarró del brazo levemente.

— Sí – se dió vuelta y lo miró a la cara, era tan lindo como caballeroso – perdón, vos estás bien? – dijo ahogada en sus ojos azules.

— Sí, perdón que te empujé, no estaba viendo – le sonrió y sus ojitos se enchinaron – me llamo Santi.

— Qué lindo nombre – seguían agarrados – bueno, ya me voy – la otra se fue sin presentarse y se dirigió a la salida, el chico rubio la siguió con la mirsda hasta que su figura se desapareció.

Martina paseaba por todos lados intentando de despejar su mente, pero era lo que menos hacía. Ella solo pensaba en Agustín, en lo mucho que lo extrañaba, pero que seguramente estaría con aquella chica.

La pelinegra sacó su celular y llamó al rubio — Hola? – se escuchó la voz de una mujer – Agus está cocinando – rió – ahí voy bobo! – cortó.

Lo malo no era la voz de mujer, bueno sí, pero eso no era lo peor, lo peor era que esa voz ella la reconocía, esa voz era de Clara, su mejor amiga de la infancia, quien claramente sabía quién era Agustin.

⋆☾⋆

Martina entró llorando al set y se sentó donde debía hacerlo, antes de comenzar a maquillarla una de los que lo hacía le preguntó si estaba bien, se sentó a su lado y le limpió las mejillas. Martu era una chica muy resguardada, nunca hablaba de sus problemas pero siempre ayudaba.

— Estoy bien – se limpió la cara y cerró los ojos mientras se apoyaba por completo en la silla.

— Bueno – la otra sonrió y le regaló un beso en la frente.

A medida que terminaban el maquillaje Martina intentaba contener las lágrimas pero se le hacía difícil. Su maquilladora, Pau, estaba preocupado por ella, cada vez que la maquillaban era una charla constante, pero esa vez era un silencio muy incómodo.

— Y.. qué haces mañana? – dijo la otra concentrado en su maquillaje.

— Nada – respondió con la voz entrecortada.

𝐌𝐘 𝐄𝐍𝐄𝐌𝐈𝐄 || Agustín LainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora