Inferno

5

Angelina.

No sé cuantas copas llevo. Pero veo todo borroso. Mañana me arrepentiré de cualquier cosa que haga. De eso estoy segura.

Siento unas manos me toman por la cintura.

Me dejo llevar.

No hago nada.

—Hola hermosa.—Dice una voz de un hombre. No la conozco...

Pero estoy demasiado borracha como para hacer algo.

—¿Tienes hotel, preciosa?—Hablan a mi oído.—Te puedo llevar al mío.

—Mhmm...—Cierro los ojos por unos largos minutos.

—Esta noche será increíble.—Lo escucho decir.

—¿Qué me vas a hacer?—Logro formular.

—Más bien, que no te haré... te ves como toda una putita. Te he visto toda la noche. Y me tienes demasiado caliente...

—Saca tus manos de ella. Ahora.—Dice una voz.

Muy parecida a la de Dante...

—¿Y quién eres tu idiota? Deja irme con la chica y te dejo ir sin ningún daño. Sigue molestándome y té...

—¿Qué me harás?—Pregunta con una risa escalofriante.—Suéltala ahora o haré que tu familia recoja tus miembros por todo el país. Sigue tocando lo que es mío y me aseguraré de que tu muerte sea dolorosa y extendida que me confundirás con el propio diablo en vida. Te haré sufrir tanto... y lo grabaré. Sí. Lo grabaré y se lo mandaré a tu esposa e hijos.

Me sueltan de inmediato. Casi me voy al suelo. Pero otros brazos son remplazados.

—G-Guarda el arma, amigo. Ya me voy no la veré más. Lo siento...

—Te tengo.—Susurra.—Vamos princesa. Te pondré sobria y tendremos una buena charla, amiga—A pesar de estar borracha escucho su tono burlon.