El olvidado Maldito (Oc X Jujutsu Kaisen)

2. La chica de Acero

Seto se encontraba desempacando sus pertenencias en su nueva habitación, un espacio pequeño y simple con una ventana que daba al patio interior de la escuela. Mientras acomodaba su ropa en el armario, murmuraba entre dientes, quejándose de su situación como estudiante de primer año a pesar de su edad y habilidades.

"Esto es ridículo", gruñó, cerrando su maleta con más fuerza de la necesaria. "Yo debería estar en un nivel superior, no perdiendo el tiempo con principiantes".

Suspirando con frustración, Seto salió de su habitación y comenzó a caminar por los viejos pasillos de madera de la escuela. No había dado más que unos pocos pasos cuando se encontró con Gojo, quien lo saludó con su habitual sonrisa despreocupada.

"¡Ah, Seto-kun! Justo a tiempo. Es hora de que conozcas a tus nuevos compañeros de clase", anunció Gojo alegremente.

Seto puso los ojos en blanco pero siguió al excéntrico profesor hacia el jardín. Allí, dos chicos de aproximadamente su edad estaban esperando. Uno tenía el cabello rosa y una expresión amigable, mientras que el otro lucía un peinado erizado y un semblante más serio.

Gojo hizo un gesto hacia ellos. "Seto-kun, te presento a Yuji Itadori", señaló al chico de pelo rosa, quien saludó con entusiasmo, "y a Megumi Fushiguro", indicó al otro joven.

Al escuchar el apellido Fushiguro, Seto arqueó una ceja. Sabía que ese chico estaba relacionado con el clan Zenin, pero ya no le importaba tanto. Después de todo, confiaba en que Naoya se convertiría en el nuevo líder, y la idea de que ambos lideraran dos clanes poderosos era más que atractiva.

"Soy Seto Zenin", se presentó con un asentimiento brusco, sin molestarse en ocultar su falta de entusiasmo.

Gojo sonrió y se volvió hacia Megumi. "Seto-kun es prácticamente tu primo, Megumi-kun. Ambos pertenecen al clan Zenin, después de todo".

Megumi miró a Seto con una expresión indescifrable, claramente no impresionado por la conexión familiar. Seto le sostuvo la mirada, desafiante, sin dejarse intimidar por esos ojos fríos.

"Bueno, ahora que las presentaciones están hechas, ¡es hora de comenzar con su entrenamiento!", exclamó Gojo, aplaudiendo para llamar su atención. "Prepárense, porque no pienso ser suave con ustedes".

Seto sonrió con arrogancia. No importaba que fueran estudiantes de primer año, él les demostraría a todos por qué era considerado un prodigio entre los Zenin. 

Los cinco se encontraban parados frente a un edificio abandonado, un lugar sombrío y decrépito que parecía sacado de una película de terror. Itadori, con su característica inocencia, preguntó:

"Oye, Gojo-sensei, ¿qué estamos haciendo aquí exactamente?"

Gojo sonrió enigmáticamente. "Hoy van a exorcizar una maldición que ha estado causando problemas en este lugar".

Nobara dejó escapar un quejido de disgusto. "¿En serio? Pensé que iríamos a hacer turismo por Tokio o algo así. ¿Tenemos que lidiar con maldiciones en nuestro primer día?"

Gojo soltó una carcajada despreocupada. "Vamos, Nobara-chan, ¿dónde estaría la diversión en eso? Además, necesito ver de qué están hechos mis nuevos estudiantes".

Luego, se volvió hacia Megumi y le dijo: "Megumi-kun, tú no participarás en esta misión. Quiero ver cómo se desenvuelven los nuevos por su cuenta".

Megumi asintió, aparentemente aliviado de no tener que involucrarse en la tarea.

Seto, por su parte, comenzó a alejarse del grupo sin decir una palabra. Gojo lo notó y preguntó: