Las cosas cambian, las personas también...

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Por mucho que se pueda conocer a una persona, por mucho tiempo compartido, palabras risas, momentos, debemos aceptar que todo es diferente.

El tiempo nos cambia; para bien o para mal nuestro pensamiento no será el mismo de hace 5, 6 años o incluso algunos meses atrás.

No todo el tiempo se es bueno, pero tampoco se es malo... Sólo reaccionamos de acuerdo a lo que sentimos.

A quienes conocemos damos un poco de nosotros y a veces damos más de lo que recibimos; la gente se acostumbra a que seas tu quien siempre de, pero tu te cansas de no recibir nada de esa persona. Cuando decides cambiar puede que les de igual, que acepten ese cambio, como también puede ser que te etiqueten de hipócrita...  Es allí donde con valor te colocas en pie y decides no volver.

¿Que la gente no cambia de la noche a la mañana? Falso. Es una decisión propia, se va construyendo a medida que pasan los días hasta que te das cuenta de que tuviste suficiente y aunque antes no lo hayas puesto en marcha, el hacerlo de un día para otro es lo que dejará a las personas impresionadas. (Ellos no están en tu piel, no saben lo que has vivido).

Al final del día nos miramos al espejo, nos vemos de la misma manera, pero cuando atacan los recuerdos, es donde comprendemos que las cosas han cambiado, que no somos lo quienes solíamos ser, pero que podemos ser lo que deseamos ser.

Un día más en éste loco, cansado, ansioso y turbulento pensamientoWhere stories live. Discover now