es increible como un día llega una persona que se mete de a poco entre tus entrañas; te hace sentir un tanto bien entre tanto mal; que te alegra la vida con cosas mínimas como un beso o un simple abrazo, simple a los ojos ajenos claro, pero para vos hay un universo que te da paz, calma y amor en esos brazos; después de tantas horas de soledad es raro pensar en compartir tu pequeña existencia con alguien ¿no?, más raro aún que alguien quiera introducirse en esa oscura existencia donde antes solo había soledad y un enorme vacío, ahora lleno. cuando te quisiste acordar empezaste a sonreirle al celular otra vez cada vez que te llega un mensaje esperando que sea de esa persona; te ponés nervioso cada vez que lo vas a ver como si fuera la primera vez; momentos y cosas que hacías solo por un poco de paz en este mundo de disturbios ahora resultan insignificantes al lado de pasar un rato juntos. empezás a preguntarte ¿dónde, y más importante cómo, comenzo esto?, empezas a recordar cada pequeño instante transcurrido a su lado, tratando de recordar en que segundo todo cambio. ¿sabés qué descubrí? que lo importante no es saber cuándo o dónde, si no saber cuánto es el amor que sentís y cómo te sentís con ese amor. ¿seguro? ¿recíproco? eso es lo importante, aparte de disfrutarlo ¿no?
