◈| Capítulo 1 |◈

11.4K 573 109
                                    

«Los indios también son personas, no tienen porqué ser tratados como esclavos» había declarado la reina Isabel hacía pocos días, informando también su nueva forma de organizar el trabajo. Ahora los indígenas eran "colaboradores" de los conquistadores, para eso servirían. Sin embargo, seres tan ignorantes como los indios debían ser entrenados antes de lanzarlos a trabajar como humanos normales. Es debido a esto que surgieron las encomiendas.

Los conquistadores o inclusive algunos amerindios con prestigio social eran elegidos para enseñarles a las nuevas manos de obra todo lo que debían conocer de la cultura española: el idioma, forma de vestir, comportamientos y la religión; lo más importante.

Odón era un encomendero y no sabía cómo comenzar con su nuevo título establecido. Esa misma mañana había llegado a las doctrina de quince nativos y debía hacerse cargo de ellos. La sensación de pena cuando los vio por primera vez no había cambiado. Eran seres tan diferentes, sucios, inferiores e idiotas.

Pero había alguien: Qori. Tenía algo demasiado llamativo en él, algo que lo hacía resaltar entre todos esos indios. El color de sus ojos destacaban mucho más que su piel morena y sus cabellos fuera de lugar.

Esa miel que se posaba en aquellos luceros lo cautivaron y serían el inicio del conflicto.

—Qori, ¿ese es tu nombre? —Reiteró Odón por segunda vez al joven que apenas si entendía el español.

Él se limitó a asentir con el ceño fruncido, sin siquiera molestarse en contestar una palabra.

Y no es que no sabía qué responder. También había comprendido, al escuchar cómo hacía la misma pregunta a sus demás familiares y cercanía, comprendía que "Sí" debía ser su respuesta. A pesar de eso, pronunciar el idioma con su boca lo consideraba una traición y un abandono a su verdadero lenguaje, por lo que no pensaba hablarlo nunca mientras viviera.

Odón notó su resistencia y decidió aclarar las cosas:

—No pienses hacer lo que sea que tienes en mente. Deberás aprender quieras o no. Respeta las palabras de nuestra reina.

Esta vez Qori no entendió, simplemente lo miró con desafío mezclado con desconfianza, esperó a que Odón tuviera algo incomprensible más para decir y después se retiró sin saber qué hacer de ahora en adelante.

Su mente aún no terminaba de procesar todo el cambio drástico que había ocurrido en su vida. No quería entenderla por completo porque sabía que nada bueno lo atormentaría hasta la muerte. De igual forma, la realidad a la que se estaba enfrentando ahora ya era suficiente para sentirse aterrorizado y sin salvación.

Y no era el hecho de ser "conquistado". «Los españoles no parecen tener malas intenciones en su mayoría», pensaba él. Lo que en ese instante le atemorizaba era el hombre que tenía en frente y lo que podía llegar a hacer tanto con él como con su familia. Tembló asustadizo ante esa idea.

—No deben temer —dijo Odón sin saber de la coincidencia que produjo—. Mientras obedezcan y reciban mi enseñanza, nada malo les sucederá.

Todo lo aclaró con una seriedad que producía una sensación de seguridad y tal vez superioridad.

Esas palabras tan engañosas...

°•◈•°

No pasó mucho tiempo para que la ambición subiera a la cabeza de Odón al enterarse de los beneficios que tendría si podía educar bien a sus indígenas encomendados. Podría ascender en la sociedad y eso no hacía más que emocionarlo.

El dolor de la empatía y del orgulloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora