Todo lo que nunca fuimos

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La foto de generación llegó.
No era algo que me emocionara siendo honesto, pero tenía que salir aún así.
Las fotos las tomaron un martes y lo que más me emocionaba era verte. Quizá estoy sonando muy psicópata diciendo todo esto, pero es la verdad, verte era lo más emocionante que me pasaba en la escuela.
Nos reunieron a todos en la explanada de la escuela y nos fueron haciendo pasar por grupos divididos en hombres y mujeres formados por estaturas. Tu grupo fue el primero en pasar y ¡Dios! Cuando te vi casi me quede sin aliento. Cabello lacio, algo raro en ti, un vestido azul marino y tacones de infarto, todas las miradas estaban puestas en ti, no te miento. Cuando terminaron las fotos todos nos dispersamos a tomarnos fotos con nuestros amigos. Tú estabas tomando fotos a mi lado, tan cerca y tan lejos, como siempre. Una pequeña distancia que nunca tuve el valor de romper.
Tuve el impulso de tomarte entre mis brazos y no soltarte por un rato, no lo hice.