Dean estaba sentado en el sofá viendo cualquier cosa en la televisión cuando el pequeño Jack se sentó a su lado y se quedó viéndolo muy seriamente.
— Hey campeón, ¿qué pasa?
— ¿Me harías un favor?
— ¿Cuál?
— ¿Me compras un pastel de cumpleaños?
— Hoy no es tu cumpleaños.
— El pastel no tiene que saberlo.
Dean se quedó viendo al pequeño frente a él, que lo veía con la cara más sería que un niño de cuatro años podía hacer.
Castiel llego a casa esa noche y lo desconcertó un poco llegar y ver las caras cubiertas de betún de sus retoños recibirlo con una sonrisa y al alegre niñero de sus hijos ofrecerle una rebanada de pastel.
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Pequeños demonios con aureola
FanfictionDean necesita un trabajo, el que sea. Su hermano Sam le consigue un trabajo como niñero de un par de angelitos, que extrañamente cambian de niñera como cambian de calcetines. Muchas de sus aventuritas son adaptaciones tweets y anécdotas que me topo...