Oscillantis via cap 2

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A la hora acordada, uno a uno se fueron conectando los diversos pilotos de las distintas naves, cada uno con uno o dos ayudantes. Si bien no eran raras las visitas entre naves, siempre que las condiciones lo permitían, no era aconsejable reunir a todos los pilotos en una sola nave, pues si algo le pasara a esta toda la flota quedaría temporariamente a la deriva, y nadie quería tal cosa. Las holografías, estando las naves cerca (para evitar las demoras en las transmisiones) eran suficientemente buenas para permitir reuniones de trabajo que en nada tenían que envidiar a una reunión presencial, y tenían la ventaja extra de que cada piloto tenía toda su nave a mano para obtener lo que fuera que necesitara en una discusión.

- Mis matemáticos han rehecho los cálculos, como habíamos quedado en la última reunión – apunto uno de los pilotos – y han obtenido los mismos resultados, todo hace suponer que estemos llegando al final de nuestro viaje.- concluyo al tiempo que en la pantalla de todas las naves aparecían las inconfundibles ecuaciones de Pérez, que venían siguiendo desde hacia tanto tiempo en la esperanza de poder comprobarlas y obtener la ultima respuesta.

- No puede ser, debe haber algún error, o los instrumentos han fallado todos al mismo tiempo – protesto otro piloto

- Las ecuaciones son claras y los resultados irrefutables – afirmo el primero

- Y los instrumentos no están dañados, sus mediciones son correctas – aclaro uno de los técnicos que acompañaba a un tercer piloto.

- ¿no puede ser que las ecuaciones de Pérez estén equivocadas?- se atrevió a cuestionar ese piloto.

El aquelarre que estallo a continuación duro varios minutos. Era inevitable, todo el viaje se basaba en la creencia, el convencimiento, de que las ecuaciones de Pérez eran exactas y dudar de ellas era lo más parecido, que se tuviera memoria, a una blasfemia.

Cuando el revuelo se hubo calmado algo, tomo la palabra.

- Estamos seguros que las ecuaciones de Pérez NO ESTAN equivocadas – afirmo categóricamente, acallando los temores de los más sensibles y acto seguido acoto – pero bien puede ser que no las estemos entendiendo bien – que era más o menos como decir lo mismo, pero distinto.

Los únicos que no aceptaron esto fueron los que primero habían hablado, porque hacerlo implicaba reconocer que podían estar equivocados y eso jamás lo harían. Pero él no dejo avanzar la polémica, levanto la mano pidiendo atención y continúo.

- He estado revisando los registros centrales – mintió a sabiendas que ninguno de sus colegas lo hacía – y he encontrado que, en otras épocas cosas parecidas han pasado, sobre todo cuando el lapso entre "planetizajes" se alarga como nos está pasando ahora. Compañeros, necesitamos encontrar una estrella con un planeta en que podamos descender para darle tiempo de recuperarse a nuestra gente, realizar mantenimiento mayor en algunas de las naves y a nosotros hacer los replanteos necesarios.-

La idea quedo flotando en el aire un tiempo que pareció extremadamente largo, como si las leyes de la física hubiesen dejado de cumplirse y las ondas de radio se resistieran a viajar a la velocidad que debían. Pero al final llegaron y causaron efecto.

Oscillantis viaWhere stories live. Discover now