Hurt; Kim Taehyung [#1]

«010»

—¡Oh! Ahora que recuerdo, mi hermano dice que le encantaría salir para conocerte.— sus manos descansaban en sus bolsillos mientras caminaba.
—¿Qué?— alce mi mirada para mirarlo a los ojos, aunque estos no me veían a mi sino al suelo.
—La idea de Ji Hye—aclaró, aun sin mirarme, tal vez le incomodo que me acercara tanto a él?.
—Oh, claro, pues... en ese caso, genial—susurre.
—Te va a agradar, es muy buena persona—me dijo, mientras esta vez si me miraba fijamente.
—¿Tratas de hacer lo mismo que Ji Hye?—inquirí, entrecerrando los ojos y mirándole.
—¿Qué?—la nota de confusión en su voz no me pareció falsa.
—Buscarme pareja—dije.
Él rió y saco las manos de sus bolsillos.
—¿Ji Hye hace eso?— pregunto sorprendido.
—Lo está haciendo, estoy segura—musité y luego me aferre a mi bolso intentando calmar el temblor en mis manos.
Él volvió a reír.
—Pues juro que no lo hago con esa intención—sonrió y humedeció sus labios lentamente con su lengua, mi mirada siguió el recorrido de esta perdiéndome totalmente.

Sacudí la cabeza para aparta todo mal pensamiento.
—¿Y cómo puedo creerte?—inquirí, enarcando una ceja.
Me miró divertido por mi juicio.
—¿No basta con que lo haya jurado?—preguntó, escandalizado y divertido.
—No tanto—negué con la cabeza.
Seguimos avanzando.
—Bueno, creí que a lo mejor tenías pareja ya—dijo.
—¿Y qué te hizo pensar eso?

El corazón se me encogió al pensar en Sehun, mi antiguo novio que aún le tenía cariño.
—Pues, eres muy linda—se encogió de hombros— no veo porqué no.
Me quedé helada y me fue imposible formular algún pensamiento en ese instante. Yo le parecía linda a él.
El rubor corrió de nuevo por mis mejillas, pintándolas de rojo.
—Gracias...—susurre.
—¿Ya me crees?—sonrió.

Maldición, su sonrisa cuadrada.
—Quizá—una efímera sonrisa adorno mis labios.
Su risa estalló de nuevo y puso los ojos en blanco.
—Si que eres terca ¿no?

—No, sólo un poquito dura de convencer.

—Está bien, está bien, esa es una cosa por la que no se me ocurrió emparejarte con mi hermano, otra es que Jungkook está enamorado de una chica misteriosa.

—¿Una chica misteriosa?
Se encogió de hombros.

—Lo conozco muy bien como para saber que está enamorado, el problema es que no me quiere decir de quién.
—Bueno, todos tenemos derecho a la privacidad—me encogí de hombros y el me miró—. Una amiga me lo dijo una vez.
—Bueno, creo que tienes razón—sonrió resignado-. Aunque me gustaría saber.
—Eres curioso—adiviné.
—Mucho—admitió.
Dio la vuelta a una calle y siguió derecho, miré a mi alrededor encantada Seúl era hermoso, sus edificios, sus calles, todo me parecía fantástico.
—Qué bonito—susurré.
—¿Qué es bonito?—preguntó y mi atención volvió a él.

Tú, pensé.
—La ciudad, la gente, todo...
Él volvió a reír.
—Sí, la primera vez que visitas Seúl sueles enamorarte del lugar.
—¿Cuánto tiempo llevas viviendo aquí?—pregunté.
— Cinco años.
—¿Cinco años?—abrí los ojos como platos.
— Sí.
—Wow, ¿por qué...?—me quedé a la mitad de mi interrogante, recordando las palabras de Ji Hye: "Me contó que era de Daegu"
—Por qué, ¿qué?
—¿Así que vienes de Daegu?—dije, tratando de evadir mi pregunta anterior, borrarla de la conversación o algo por el estilo.
—Sí, allí nací—respondió—. Pero, por qué ¿qué?-volvió a insistir.
—Nada, sólo me equivoqué de palabras, es todo—reí, nerviosa.
Me miró con los ojos entrecerrados, no del todo convencido y luego posó su atención en el objeto que colgaba de mi cuello.
—¿Qué es eso?—preguntó mirando el estuche.
—Oh, mi cámara.
—¿Eres fotógrafa?—se asombró.
—Sí, y adoro serlo, también suelo pintar realismo.
—Te gusta el arte entonces—concluyó.
—Por supuesto.
—¿Sabes? A mi gusta la música.
—¿Tocas algún instrumento o cantas?
—El saxofón, y también canto, aunque siempre lo hago en la ducha.
—¡Wow! Me gustaría escucharte cantar y que tocaras el saxofón para mi.

—Algún día lo haré, solo porque me agradas y eres la mejor amiga de mi novia.

Volví a sentir ese dolor en mi pecho ante la mención de mi mejor amiga, me quede callada ante su respuesta que sin saberlo me hizo sentir un poco mal, cosa que no debería de ser, ya que yo era la única confundida aquí y también la que sobraba en esta historia.

Luego de unos minutos más, su voz interrumpió el silencio.
—Llegamos—avisó, entusiasmado.
Miré hacía el frente, a la izquierda y me maravillé con lo que vi.

La zona verde era maravillosa, y el río también lo era, el aire era puro y el lugar solo se encontraban pocas personas en algunos bancos desayunando panecillos o simplemente tomando café mientras contemplaban el río.

—Ven, vamos, sentémonos en un banco para descansar todo lo que caminamos, hizo un movimiento de cabeza indicándome que le siguiera.

Nos acercamos más y pude ver el agua del río fluir con tranquilidad.

Nos sentamos en un banquito un poco alejado y cerré los ojos estirando mis pies.

Taehyung me miró, y en su mirada había una ternura que brillaba, ese par de ojos cafés me brindaban una auténtica protección con el resplandor que soltaban.
—¿Estás bien?—preguntó y su voz se llenó de dulzura.

—Perfectamente—musité, atontada por su hermosa cara.