Antes que sea verano.

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Anna se despertó al dejar de sentir movimiento, y al hacerlo se encontró en un almacén, en donde un chico alto y moreno se acercaba.

—Parece que hoy te fue bien chiquilla.

—Bueno, sí, es que hoy tuve ayuda.

—¿Eh? ¿En serio? Pensé que tu papá había ido a la ciudad hoy.

—Así es, pero hoy no me ayudo mi papá, en primera, si hubiera estado el, yo hubiera sido quien ayudara—Respondió Lichi al muchacho que se veía como de la edad de Anna

—¿Y quién fue entonces?

— ¿En serio estas ciego? Mira, ahí está— Contesto Lichi, apuntando a Anna con la mirada., todavía acostada.

—Oh, no sabía que habías contratado a alguien pequeñuela, ¿Por fin van a expandir el negocio?

—No, sabes que no, tenemos suficiente con lo que hacemos. Y ella es solo una chica que estaba durmiendo debajo de un árbol esta mañana.

—¿Durmiendo debajo de un árbol?...¿Estabas robando fruta muchacha?—Pregunto el chico finalmente dirigiéndose a Anna.

—Para nada, yo solo buscaba un lugar donde dormir.

—¿Entonces eres vagabunda? No pareces una.

—Tampoco es eso.

—¿Entonces?

—TE... tengo mis razones— respondió Anna mientras se acomodaba para abrazar sus piernas.

—Mmm, que chica tan rara te encontraste Lichi.

—Si, yo también lo pensé.

—¡No soy extraña!

—Jaja, bueno, pero no te enojes linda, solo hacia una broma— le respondió el chico al guiñarle un ojo.

—Oye galán, menos charla y más dinero.

—Ah, cierto, cierto, ¿Qué te parece si vas con mi padre mientras yo descargo?

—Mmmm, bueno, ¡Pero no te pongas a coquetear!. Quiero llevarme mis carritos hoy.

—Jaja, está bien, está bien; puedes estar tranquila de que no voy a enamorar a tu amiga.

Lichi vio al chico con un poco de sospecha y se fue caminando afuera del almacén.

—Bueno, es hora de trabajar— Se dijo a sí mismo el muchacho al tiempo que empezaba a bajar las primeras cajas del carrito.

—¿Necesitas ayuda?— ofreció Anna al ver al fornido muchacho hacer todo por si mismo.

—Ah, no gracias, seguramente tú ya trabajaste bastante por hoy, solo déjame esto a mí, de cualquier manera no tardare en hacerlo.

Y parecía que eso último era verdad pues el chico ya había terminado de bajar bastantes cajas en solo ese pequeño rato.

—Pero mientras hago esto, podemos platicar. Dime, ¿qué es lo que te impulso a venir por aquí al pueblo más lejano del país? No hay muchas cosas interesantes más que la estación de surf, y no parece que tú seas una de esas chicas surfistas.

—Emmm, bueno, pues es difícil de explicar realmente, como te dije, solo tengo mis razones.

—¿Y por esas razones te quedaste dormida en el huerto de Lichi?

—¿Eh? Pues, creo que podrías ponerlo de esa manera.

El muchacho miro curioso a la chica y sus pertenencias por un momento, dejando de hacer lo que hacía para finalmente preguntar.

—¿Tienes manera de regresar a casa?

Al escuchar eso Anna escondió la cabeza entre tus piernas.

—No— respondió suavemente

—Lo sabía, si quieres podría preguntarle a mi padre para que nos ayudes con...

—Lo siento Dani, ella va a ayudarme con el puesto durante el verano, ya se acercan las fechas de turistas—Interrumpió la pelirroja que se asomaba por la puerta del almacén.

—¿Eh? ¿No dijiste que no necesitaban ayuda?

—Pues sí, pero ya lo considere de nuevo, además no confió en que tengas ningún trabajo bueno para ella.

—¡Claro que si!...Probablemente.

—¿Ves? Ni siquiera estas seguro.

Anna veía divertida como esos dos seguían discutiendo a partir de ese punto dejando el tema de ella de lado y se convertía mas como en una discusión de hermanos.

En el momento en que Dani, como Lichi había llamado al muchacho termino, esta se montó en el asiento del tractor y se puso en marcha.

—¡Tonto! ¡Tonto! ¡Tonto! —Grito ella mientras le sacaba la lengua, para después salir lo más rápido que pudo del lugar.

—¡Puedes venir si la chiquilla te llega a desesperar!— Le grito el joven a Anna mientras se despedía.

—Ese tonto es todo un....¡Aaah!, me desespera.

—¿Te gusta el?— Anna no sabía mucho el tema del amor, pero después de todo aquello, era la impresión que le dejaba.

—¿Eh? ¿Ese tonto? Para nada, pero siempre se aprovecha para decirme cosas, ¡piensa que soy una niña, pero ya no lo soy!

—Entiendo, entiendo, pero tranquila, te estas saliendo del camino.

—Ah, sí, perdón...bueno, no es como si hubiera algún problema, no hay muchos autos circulando de todos modos.

Ahora que lo decía, era cierto, ellas eran las únicas en ir o regresar.

No tardaron mucho en llegar a la casa de Lichi, quedaba justo al final de un pueblo más o menos grande.

Al llegar acomodaron a Kitty en un garaje, y finalmente llegó la hora de la cena, una enorme hamburguesa y una generosa porción de papas a la francesa fueron lo que Anna se había ganado como paga por el día de trabajo. Pero algo de aquella situación no dejaba de inquietar a Anna.

—Oye, Lichi.

—¿Qué sucede?

—¿Y tus padres?

—Oh, eso, ¿Te incomoda estar a solas conmigo?

—No, no realmente, pero ya sabes, ¿No debería de estar alguien contigo al menos?

—Pues tu estas conmigo.

—No, no me refiero a eso, emmm, como decirlo.

—Jaja, tranquila, sé lo que quieres decir, pero es normal, Solo vivo con mi papá que salió en la mañana y técnicamente no debería tardar en regresar. Además, ¿No deberías estar más preocupada por donde pasar la noche que por mí?

—¿Eh? Tienes razón— Solo se le ocurrían dos cosas, pedirle a Lichi quedarse con ella o volver a acampar. Definitivamente no quería acampar, pero también le daba vergüenza pedirle otro favor a Lichi después de todo lo que le había ayudado hoy. Pensó sobre eso una y otra vez. Debió parecer desesperada porque Lichi la interrumpió.

—Si quieres quedarte solo pídelo, no sería correcto dejarte allí afuera después de todo.

—¿Eh? ¿En serio?

—Sip, pero a partir de mañana tendrás que ayudarme con algunas cosas, no falta mucho tiempo para verano y todavía tengo que hacer muchas cosas.

...

En esta ocasión arriba les dejo una ilustración de mas o menos como se ve Lichi en mi imaginación, que es la personaje que mas me gusta de toda la historia.

Un lugar en el fin del mundo (En Hiatus)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt