La canción de las ranas

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Al día siguiente estaba lloviendo, llovía a cantaros, pero Lichi no encontraba a su padre por ningún lugar, su camioneta tampoco estaba. Pero quien si estaba era Anna, sentada en el pórtico de la casa, jugando en un objeto que Lichi solo podría describir como un celular, pero mucho más grande, parecido a un ladrillo.

Lichi salió. Al escuchar la puerta abrirse Anna regreso su mirada hacia la puerta, donde la pelirroja la veía extrañada.

—... Hola.

—Buenos días— respondió Anna sin saber bien que decir, por lo que volvió a bajar su mirada hacia la consola.

La lluvia y la música de 8 bits llenaban el ambiente. Hasta que una rana empezó a cantar y poco después Lichi volvió a empezar.

—Sabes...me gustan las ranas, pues a pesar de que el día esta nublado y lluvioso, ellas parecen más felices ahora.

—No entiendo a qué te refieres ¿es algún tipo de metáfora?

—Jeje, no, no soy buena con ese tipo de cosas...solo quería hablar, y bueno, no sabía cómo empezar una conversación.

—...

—También me gusta como cantan las ranas, solían darme miedo de pequeña, pero sabes, ahora es algo totalmente distinto.

—Nena, sigo sin entender—respondió Anna, finalmente pagando el aparato que tenía entre manos y guardándolo en su voluminosa mochila, que llevaba con ella.

Y aunque Lichi se mostró algo molesta al ver que Anna seguía tratándola como una niña, inmediatamente se recompuso y se sentó al lado de Anna.

—Sabes, creo que anoche, escuche algo que no tenía que escuchar.

El silencio se hizo presente nuevamente, aunque solo por un momento.

—¿Escuchaste lo que paso anoche?

—...Si— Respondió Lichi mientras se escondía la cara entre sus piernas y tomaba aire— ¿Es eso lo que viniste a buscar? ¿Hacer enojar a papá?

—Yo, yo lo siento pequeña. Ya realmente no estoy segura de que se trataba todo este viaje mio...Yo buscaba a alguien, y ahora que lo encontré resulta que no es quien yo esperaba y...es que ya no sé qué hacer. Yo, yo no quería que tu papá se enojara así, no fue mi intención.

Anna termino su frase imitando la posición de Lichi. Y ambas callaron, haciendo que el silencio reinara entre ellas una vez más.

—¿Quieres que te cuente algo?— interrumpió Lichi el silencio nuevamente— ya que ahora yo se algo sobre ti.

—No es necesario pequeña, no es como si hubiera sido intencional—

Anna levanto su cabeza y acaricio la de Lichi al terminar esa frase, a lo que esta también levanto su cabeza para mirar fijamente a Anna.

—Aunque en realidad no es nada interesante, pues todos en el pueblo lo saben.

—¿Hmmm? En serio Lichi, no es necesario que te molestes yo...

—Él tampoco es mi papá— Lichi interrumpió bruscamente a Anna diciendo eso.

—¿eh?

—Bueno...esto...yo no recuerdo mucho, pues era muy pequeña, pero en realidad yo no tengo recuerdos de mis padres, de pequeña solo tuve a mis abuelos, pero bueno, mi abuelo tampoco estuvo mucho tiempo conmigo...

Anna quería preguntar, pero pensó que sería incorrecto, además, como si la pelirroja ya supiera que es lo que Anna iba a preguntarle, continúo.

—Bueno, el...murió después de haberse ido de la casa tras una pelea entre él y mi abuela. En un accidente de auto. A mi abuela no le quedo más que rentar un cuarto en la casa para obtener algo de dinero extra, y bueno, a una niña que no entendía nada del mundo se le hizo fácil empezar a llamar papá a un hombre que no conocía de nada, pero que la trataba mejor que nadie.

Un nudo en la garganta empezaba a formarse en la garganta de Lichi, y al notar eso, Anna se acercó a ella para abrazarla. La pelirroja no se resistió y continúo.

—Mi abuela murió al poco tiempo de haber llegado papá, algunos de los vecinos dicen que fue de tristeza, otros que fue por su edad.-

—¿Y que es lo que piensas tu?

—Yo... yo creo que ella quería estar ya con mi abuelo, y al pensar que yo estaba en buenas manos, realmente pudo ir a verlo.

—...

Anna solo pudo abrazarla más fuerte al escuchar eso.

—¿Y tenia razón?

—Yo creo que si... desde entonces nada me ha faltado...incluso ya tenía un papá para mi...Pero creo que ahora también se ha ido.

Anna no creía eso, pero tampoco pensaba que fuera el momento más adecuado para decir eso, por lo que solo siguió abrazando a Lichi mientras acariciaba su cabello. Hizo eso hasta que se quedo dormida.

Anna se sorprendió al cargarla, pues, era ligera como una pluma, podría incluso jurar que era más ligera que su propia mochila.

La llevo a uno de los sillones dentro de la casa, y se quedo con ella hasta que dejo de llover. 

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⏰ Last updated: Jul 11, 2019 ⏰

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Un lugar en el fin del mundo (En Hiatus)Where stories live. Discover now