Pensamientos De Un Egoísta

DOLOR

Qué es lo que entendemos por dolor?, ¿es lo que nos hace llorar? ¿sufrir? ¿o quizá lo que nos hace feliz?. Para todas estas preguntas existen respuestas distintas, pero la mayoría de veces, no creemos en ninguna, sino que cada persona se inventa una definición propia, para explicar lo diferente que se sienten en comparación con otra persona que dice sentir otra cosa.

El dolor es ese aliado que nunca te abandona en momentos difíciles, ese sentimiento que te llega de repente y no sabes como sacarlo, porque cunado sentimos dolor, verdadero dolor, no volvemos a ser igual que antes. Sientes dolor cuando le hablas a alguien con la esperanza de que te ayude  en lo que necesites, así sea solo con la presencia de este, pero que esté ahí para ti; pero luego resulta que te da la espalda y tratas de solucionar el daño que causó y lo único que consigues es dolor.

Sientes dolor cuando haces todo lo posible, todo lo que está a tu alcance para hacer feliz a alguien, o incluso a ti mismo, pero al pasar el tiempo descubres que no sirvió de nada, que solo perdiste tu tiempo tratando de demostrar algo que ni siquiera sabes qué es. Dolor es eso que sientes a las 2 de la mañana, cuando estás en la cama con una mano tapándote la boca, para  que tus padres no escuchen como lloras, porque cuando estás acostado, listo para dormir, te acuerdas de lo patética que es tu vida.

Dolor es darte cuenta de lo solo que estás, lo solo que vives, y lo solo que permaneces. Te sientes roto, vacío, desgarrado, atormentado. El dolor te quita las lagrimas poco a poco, hasta tal punto que no sientes nada. Después de ver todo el daño que le causas a los demás, de comprender lo egoísta que has sido, de los errores que has cometido, y de lo estúpida que es tu existencia, caes en la oscuridad.

La oscuridad es abrazadora, cautivadora y nadie sale nunca de ahí. Esta oscuridad provoca que veas todo desde una perspectiva distinta. Ya no vez todo de colores, no ves las oportunidades que creías tener antes, ya no ves la sonrisa en tu cara, ya no tienes ganas de seguir intentando eso por lo que tanto luchabas, ya nada tiene el mismo valor que antes, ya la vida no tiene sentido para ti.

El dolor provoca que te rindas, y dejes todo atrás, pero no para mirar hacia adelante, ya que este hace que no te veas en un futuro. Te quedas estancado en esa oscuridad, sintiendo que nadie te entiende, nadie te salva, nadie te ayuda. Estas completamente solo con un pasado y una historia atormentándote, con una herida que nunca sana. Cuando crees haber salido de esa oscuridad, sientes la necesidad de superarlo todo y de intentarlo de nuevo, pero sientes un profundo e inmenso dolor, cuando vuelves a caer;  y duele mucho más que antes, porque ya estabas lastimado, y esto solo provocó más sufrimiento. 

La soledad se vuelve tu mejor aliado. Las noches en vela se convierten en tu pasatiempo. Los pensamientos oscuros se transforman en tu estilo de vida. Y  el dolor en tu mayor compañía.