Pensamientos De Un Egoísta

ODIO

Toda persona ha sentido odio en su vida, pero ¿tienes la menor idea de lo que es, estar lleno de odio?. Te explicaré lo que es el odio. El odio no es desear el mal para otra persona. El odio es sentir que nada está bien, que nada tiene sentido. Este sentimiento hace que quieras tirarlo todo por la ventana, sin importar las consecuencias que esto traiga. Sentir odio hacia algo es normal en cualquier persona, ya que esto define los gustos propios, pero sentir tanto odio en tu ser y en lo mas profundo de tu alma, no está bien.

El odio le quita importancia a todo, sientes la necesidad de hacer algo al respecto, pero no puedes. Sentir que no eres lo suficientemente capaz de hacer algo te mata por dentro, y aumenta tu odio. Posees múltiples razones para sentirte mal, triste, solo, o incluso sin vida.

Odias a las personas que te rodean, aquellas personas que te muestran una sonrisa falsa, solo para auto compadecerse, personas que no te entienden, y haces todo lo posible por expresarte, pero nadie lo nota. Sientes odio porque sabes que esas personas también tienen problemas, y por eso no pueden ayudarte, pero sientes que lo necesitas y no debería ser así; odias estar en un lugar donde debes actuar como otra persona, tener que soportar situaciones que te incomodan , y sobresalir ante todo porque no quieres desilusionar a tus padres.

Cuando estás solo, te das cuenta de lo mucho que te odias. Odias la forma en la que actúas, la forma en la que vistes, o incluso la manera en que hablas, pero sobre todo, odias no poder cambiar nada, porque tienes miedo a ser rechazada, a no ser lo suficientemente capaz de salir adelante si cambias todo.

Odiar todo lo que haces y dices no te convierte en la peor persona del mundo. Odias sentirte así, odias no ser como antes, y me refiero a cuando eras un niño. Aquella época en la que jugabas, y no te importaba lo que los demás opinaran, solo te divertías y tenias la mente despejada. Tenias mil sueños por cumplir y un sin fin de esperanzas para hacerlo. Extrañas aquella época en la que no te preocupabas por los problemas de tu casa, ya que tus padres se encargaban de cubrirlo todo para no arruinarte; pero ahora nadie cubre nada. Vez una realidad distinta, una realidad que odias, llena de problemas y sufrimiento.

Somos felices durante breves instantes, en donde creemos que una sonrisa vale mas que mil lagrimas, esos instantes que sentimos que todo es un sueño y todo estará bien, luego vuelves a la realidad, en la que quisieras ser otra persona, porque odias todo lo que hay a tu alrededor, odias que todo era mas fácil antes, odias todos esos días que no te dejan pensar con claridad, y odias mirarte al espejo porque no hay nada que te guste de tu vida, ni de ti misma.

Odias no tener confianza en nadie, ni siquiera en ti misma. No te sientes capaz de decirle todo lo que piensas a alguien, no sabes si es por pena o miedo. No contarle nada a nadie aumenta la oscuridad, el rencor y el odio en tu interior. Llegas a un punto en el que ya no puedes pararlo y simplemente no te importa, no te importa sentir odio, no te importa el daño que le causas a los demás y no te interesa logar nada.