ÉL. III

Celos

"La vida se basa en hacer feliz a quienes te rodean mientras esa felicidad sea mas para ti" 

_Tuve un sueño extraño_ Mike me miraba perdido

_¿Extraño?, todo de ti es extraño_ Respondí.

_Yo moría, Mientras tu criabas a nuestra hija con un psicólogo sacado de esas películas de muñecas._ le da una mordida al emparedado

_¿Barbies?, querrás decir. ¿Una hija?, vaya Mike ahora si estoy impresionada_ recordé mi pasado aborto, y el nombre de Avril que le coloque al feto. Juraba que era una niña. _Deja de estar soñando estupideces_ dije mientras recogía las vajillas _¡Vámonos!, se hace tarde._ Ese dia comenzaba a matricularme en un instituto, cuando comencé a vivir con Mike perdí mas de un año en secundaria y luego ocupe mi tiempo en agencias de modelaje  y negocios mientras viajaba con él, así que decidí terminar mi ultimo año. 

El instituto era costoso y uno de los mejores, para ello nos fuimos a Bucarest (Rumanía), en la escuela "Str. Balta Albina",  Mike se encargo de todo como siempre, una condición era que debía llevar un GPS conmigo todo el tiempo, así él no tendría problemas en ubicarme. "¿Que falta ahora, un cinturón de castidad?" recuerdo haber conseguido una bofetada por decir eso. 

En fin, Mike no se subió a la camioneta hasta que yo pusiera un pie en el instituto, la madre superiora lo miraba a lo lejos con mala cara al ver que piso la colilla de su cigarrillo en el suelo del colegio antes de irse. _¿Señorita Allen?, un placer, soy la madre Cosmina, ya le indicare donde esta su grupo_Se presento y fue muy amable conmigo. El día estaba parcialmente tranquilo, no hable con muchos jóvenes, solo estaba cansada y quería dormir. 

El colegio era inmenso, faltaba una hora aun para irme y decidí recorrerlo, encontré una capilla parecida a las instalaciones del vaticano, pero se veía muy fúnebre y obscura, "no importa, estará bien para dormir un poco" pensé. 

Mantenía mi cabeza apoyada en el espaldar de uno de los asientos de enfrente, por mi mente pasaban recuerdos de mi padre, él acariciándome el cabello mientras dormía, jugando conmigo en su oficina, siempre pendiente de mi , Luego Mike me sostiene del cuello dejándome sin aliento mientras me embestía con fuerza. Desperté rápidamente, a mi lado estaba un hombre de ojos azules mirándome fijamente _No es bueno dormir en la casa de Dios_ me ofrece un caramelo _Lo siento, no debo recibir dulces de extraños_ me reincorpore mientras veía el reloj, el hombre ladea la cabeza y sonríe de medio lado, _Buena respuesta_  al instante entran una fila de niños y rodean al hombre como si este fuese un ser espiritual disfrazado de Barney, "¡Padre Daniel, caramelos!" le decían los pequeños mientras lo abrazaban, este les sonreía y tocaba sus caritas muy elogiado. Puse los ojos como platos al ver que iba vestido con sotana completamente negra, su color de piel era de un blanco pálido y llevaba el cabello largo y lacio, sus ojos tenían una mirada intimidante, era un hombre de mas de un metro noventa y corpulento. Lo detalle en menos de treinta segundos. Mike llamaba a mi celular para avisar que estaba afuera esperándome, colgué y enseguida me levante del asiento apresurada, el hombre de los caramelos me miro curioso y se acerco de nuevo. _¿Ya se retira señorita?_ encarno una ceja _Si...Padre._ respondí sin verle a la cara _Ok, entonces la acompaño hasta la entrada, tengo entendido que es nueva aquí._ lo mire con desconfianza, este hizo una señal de cortesía para que diera paso a caminar primero, sonreí un poco y comencé a caminar delante de él, pude sentir su pesada mirada en todo el camino. 

Mike estaba recostado del auto fumando un cigarrillo como siempre, se reincorporo cuando vio que salí con el sacerdote de dos metros a  mi lado. "Problemas" pensé, pero esto no termino aquí, el hombre fue directo hacia Mike y estrecho su mano para presentarse. _Un Placer, Daniel Balan, sacerdote y director del instituto_ Mi tío tardo unos segundos en estrechar su mano _Mikael Allen, el gusto es mio padre_ me sorprendí por lo cortes y agradable que fue Mike _Adiós señorita_ el padre me da un ligero beso en la mano, (Mike apenas sonríe) _Hasta luego_ respondí incomoda.