Impaciencia

852 28 6
                                    

La mañana de un dia lluvioso.

Acababa de desayunar lista para irme al Instituto, no encontraba a Mike por ninguno de los rincones de la casa. Termine de buscar preocupada porque ya era tarde, pero no lograba conseguirlo.

¿Donde carajos te has metido?

_¡Boo!_ Mike me ha hecho derramar la leche en la blusa, estaba en el garaje reparando el auto y su aspecto era de grasa y olor a gasolina.

_¡Ahora tendrás que lavarme todo el puto uniforme imbecil!_ empuje su pesado pecho sin éxito.

_Regalame un beso Victoria, tienes rato que no le das un beso a tu tío_ me reprocha haciendo pucheros mientras yo me retiraba la blusa quedándome en brasier.

_No._ respondí cortante.

_No..._ ambos volteamos

Era la voz de un niño, abri mucho los ojos cuando miré por la puerta y vi que un niño se asomaba cuidadosamente.

¿Será de los vecinos?

Mike lo miró despectivo y con cierto aire de enojo.

Me acerqué curiosa para saludarlo.

_Hola pequeñín...¿De donde has salido?_ le pregunté apartando un obscuro mechón de cabello de su pequeño rostro.

A el niño se le ha acelerado la respiración en cuanto ve al enojado hombre de dos metros que viene hacia nosotros. Enseguida me da un empujón haciendo que cayera de culo al suelo e inmediato tomo al pequeño por su frágil brazo arrastrándolo por las escaleras.

El pequeño luchaba y daba gritos estremecedores, me levanté del suelo tan rápido como pude, me fui detrás de Mike con un vaso de vidrio le he dado en la  cabeza. Este se volteó sin ningún problema, casi como si el vaso que ahora eran no más que vidrios hiriendome la mano solo le hubiesen hecho un par de cosquillas en su cráneo.

Sus ojos me atacaron con una mirada asesina y voraz, mirada que ya había presenciado antes en él.

El pequeño sólo daba jadeos de cansancio, como si estuviese luchando por mucho tiempo con aquel hombre que era desconocido para él.

Yo trataba de mantenerme poco asustada, ya que no tenía idea de que estaba pasando y que rayos hacía Mike con ese niño aquí. Y cualquier acto de pánico haría enloquecer más a mi tío.

No más que el vaso de vidrio en su cabeza, eso ya era demasiado alarmante para él.

_Dejalo....por favor..._ dije casi en un susurro.

_No...no sabes nada_ me dice calmado, tan tranquilo como un pez, luego se hecha a reír como si toda la escena fuese una película de comedia. Lo miré desconcertada, no podía ni imaginar como había llegado el pequeño hasta él, yo sabía muy bien el estado mental y criminal que mi tío poseía.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 25, 2020 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

ÉL.  IIIWhere stories live. Discover now