Sueños

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Abrí mis ojos, ya llevaba mas de tres meses en el nuevo instituto y mis calificaciones eran sobresalientes, no hablaba con nadie, no me sentaba al lado de alguien, ni mucho menos tenia amigos. A los chicos de allí no les importaba mucho, cada quien estaba en su asunto, al igual que podía sentir su mirada de desagrado en cuanto veían a mi tío ir a buscarme. Daniel, (El hombre de los caramelos) siempre me estaba vigilando, algo que no entendía mucho. Solía pasar siempre por los salones, pasillos, incluso si iba a escondidas a dormir en la capilla, él ya estaba allí. Siempre con sus ojos azules clavados en mi, un par de veces me descubrió fumando cigarrillos por los senderos a fueras del colegio, nunca me reprendió ni quiso hacer reportes. 

Era la mañana de un sábado, permanecía en la bañera acostada dándome un baño de espumas, al parecer Mike había salido, no me importaba. El día estaba frío y nublado solo me dolía todo el cuerpo y me sentía muy cansada. Termine y salí envuelta en  paño, no me había secado mucho así que deje todo un camino de agua en la habitación, abrí el closet buscando algo lindo que ponerme pero luego escuche como la puerta de la habitación de Mike se cerro inesperadamente. "Pues acaba de llegar" pensé, igual no logre sentir sus pesadas pisadas en la casa, camine por el pasillo mirando curiosamente a su cuarto, cuando entre mire por todos los lados pero no habían rastros de él, la puerta volvió a cerrarse muy fuerte y reaccione lastimándome el dedo pequeño del pie con una caja de herramientas. "Mierda" dije al ver rastros de sangre, "Mike me va a matar", trate de limpiarme con el paño así que quede completamente desnuda, escuche los pesados pasos de Mike acercarse a la habitación, trataba de apresurarme pero en cuanto se acerco lo suficiente como para abrir la puerta se detuvo en seco  y lo único que podía escuchar era su respiración, luego de 10 segundos dio un giro se devolvió por el pasillo (suspire de alivio).

Caminaba hacia mi habitación con pasos largos, llegue y cerré la puerta luego me gire y Mike estaba sentado en mi cama .

_Hola nena_ su aspecto era casi tan inexpresivo como su voz.

_Hola Mike, ¿Que quieres?_ alze un poco las cejas 

me sigue con la mirada.

_¿El padre quiere algo de ti?_ pregunta mi tio 

_¿Quien, el director de la escuela?_ mire confusa 

_si, el puto padre Victoria...¿Acaso te ha regalado caramelos?-

Mike permanecía quieto mirándome como si yo fuese un pedazo de carne cruda, me preguntaba en mi cabeza si estaba drogado, como cuando estaba estresado solía hacerlo.

_No me ha dado caramelos imbecil, seria el colmo que termine con otro gilipollas como tu Mike_

Abrió los ojos ofendido, se levantó de la cama tan rápido como pudo y apretó con su mano mi cuello. Mis lágrimas salían con rabia de mis ojos, trataba de patearlo pero él era tan fuerte como una maldita piedra.

Hasta que al fin me soltó.

Estaba arrodillada en el suelo tratando de recuperarme, Mike respiró profundo y me tomó de la cintura para colocarme en la cama.

_Lo siento pequeña_

Su mirada no mostraba ni el más mínimo arrepentimiento.

Yo lo miraba tosiendo y aún desprendiendo lágrimas. No terminaba de entender como podía hacerme tal cosa.

_ Lárgate de mi habitación, hoy no pienso dormir contigo._ le reproche devastada, luego cogi unas bragas y se las arroje con furia. Este solo sonrío y me giño el ojo.

Maldito desgraciado.

_ Te espero en mi recámara Victoria, no quiero que tengas problemas conmigo mañana por esto._

Se largó trancando la puerta a su paso.



....

Me fui a su habitación, él  no estaba allí antes de las ocho pm, con suerte me acosté en su monumental cama y quedé atrapada con todas esas almohadas y colchas olor a lavanda y a Mike. Mire hacia arriba pensando en cómo sería mi vida si aún viviera papá, tal vez nunca hubiese conocido a Mike, pero Dios no puede ser tan bueno conmigo.

12:53

Las luces del Jeep alumbraban las ventanas del cuarto, abri mis ojos para ver si había llegado y efectivamente allí estaba de pie junto a la puerta observandome con perversidad.

_ Hola princesa, ¿Me extrañaste?_

Alcé ambas cejas y volví a reincorporarme en la cama, sentí como su pesado cuerpo cayó a mi lado exhausto, percibía un olor a alcohol y tabaco combinado con el aroma de su perfume y sudor.

_ Mike, ve a ducharte_ empuje su cabeza con desagrado

_ Dejame perra_ giró y apretó fuerte mi cadera, yo solo vestía un body de terciopelo blanco, siquiera me coloqué bragas. Su mano se resbaló más al centro logrando tocar mi sexo con facilidad, yo trataba de apartar su mano pero este solo ponía más fuerza.

Sentí como bajo su cierre, para sacarse la gran verga Sin protección alguna, yo me aparté, y escapé de la cama como pude.

Me quedé de pie al borde de la cama respirando rápidamente, Mike solo me dedicó una mirada de odio y luego giró para dormirse.

_ Te amo..._ susurró mientras hacía espacio en la cama para que yo volviera a acostarme.







ÉL.  IIIWhere stories live. Discover now