Kim SeokJin

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IV

No volvió a ver a NamJoon durante más de un mes, pues luego de terminar y como si los dioses del universo realmente le odiaran, se enfermó de varicela y estuvo en cuarentena absoluta en su casa por treinta y cinco días. Sus amigos, incluido TaeHyung, tenían prohibido visitarlo ya que la enfermedad se había concentrado en su rostro y cuello y él odiaba la vista que tenía. Pasaba encerrado casi atado a la cama, con todo apagado porque los dolores de cabeza eran insoportables, sentía claramente descargas eléctricas en su cerebro que le impedían dormir por las noches. Durante el día parecía un zombi y ni siquiera encendía la luz cuando entraba al baño... se veía como un monstruo y tenía mucho miedo de que en su rostro quedaran marcas eternas que arruinaran el poco atractivo físico que poseía.

Pero la enfermedad también le sirvió para no pensar mucho en lo que había pasado con NamJoon, aunque un rayo de luz y esperanza se asomó en sus últimos días de claustro cuando este le llamó para saber cómo se encontraba... y que si necesitaba ponerse al día en las materias por haber faltado a la escuela él podría ayudarle sin problemas.

Jin, cuando cortó la comunicación, no pudo dejar de sonreír como idiota y pedir que su enfermedad acabara pronto para poder ver a NamJoon, quizás arreglar sus problemas y volver a estar juntos. Si le había llamado era porque aún conservaba sentimientos por él y eso fue suficiente para mejorar su ánimo por las siguientes dos semanas. Cuando se creyó más recuperado y sin muchas señales de las costras que se habían quedado en su rostro por un mes, SeokJin llamó a Taehyung para que fuera a verle y le ayudara a planear, esa vez de verdad, la forma en la que el más alto pudiera volver con él.

TaeHyung al principio se negó, pero ante la insistencia de su amigo no pudo más que aceptar con un cansino suspiro a través de la línea. La euforia por saber que podría volver a estar con NamJoon le impidió darse cuenta de aquello, así que dos días después por fin estaba junto al que se había convertido sin lugar a dudas en su mejor amigo.

—No creo que sea buena idea que lo hagas por ahora... quizás debes esperar hasta estar un poco más recuperado Jin.

—No, debo hacerlo ahora porque lo extraño mucho... de seguro él también lo hace.

—Jin... —su amigo guardó silencio moviendo las manos de forma incómoda— tengo que decirte algo...

—¿Sobre NamJoon? —Vio como TaeHyung asentía lentamente.

—Le vi ayer... besándose con KaRin en la plaza que está cerca de su casa.

Jin le miró por varios segundos, intentando procesar las palabras que TaeHyung dijo con pesar y miedo.

¿NamJoon no solo había terminado con él sino que además ya tenía a otra persona?

¿Se olvidó de él en un mísero mes?

Y, a pesar de que sintió como las lágrimas picaban con más fuerza que nunca antes en sus ojos, se impidió llorar. Solo permaneció en silencio mientras su amigo le tomaba fuerte la mano, dándole a entender que no iba a dejarle.

—Lo siento tanto Jin... en serio.

—Tranquilo, no hay nada que pueda hacer para cambiar eso... si ya no quiere estar conmigo no puedo obligarle, mucho menos a...

—¿A que?

A amarme como lo hago yo.

No dijo aquellas palabras que le atravesaron con dolor el corazón. Si había evitado con relativo éxito llorar por NamJoon durante las semanas anteriores más fácil debería ser soportarlas en ese momento, aunque todo dentro de él estaba completa y absolutamente destrozado.

PerfectoWhere stories live. Discover now