Perfecto

I Need You

VII

I Need You

La lluvia no había hecho más que aumentar su intensidad, por lo que el trayecto que no demoraría más de veinte o treinta minutos se transformó rápidamente en cincuenta. Debía conducir más lento que de costumbre porque el pavimento estaba muy resbaladizo. No quería ser el causante de un accidente, sobre todo si tenía a Kim NamJoon sentado a su lado.

Pero por fin llegaba a su primera parada, lo que le permitió soltar el aire retenido en un suspiro cuando entró en el condominio donde estaba la casa de NamJoon y que no tenía idea que era el lugar en el cual seguía viviendo.

Los alrededores seguían prácticamente igual que la última vez que los vio, muchos años atrás. No era que recordara particularmente el entorno, pero sí ciertas cosas, incluída la casa de dos pisos a la que estaba llegando.

—Bueno, sano y salvo en tu casa. —Comentó sonriendo a pesar de todo.

—Muchas gracias nuevamente por traerme...

Llevaban cerca de diez minutos en silencio, ya que luego de la conversación sobre qué habían hecho de sus vidas en términos profesionales y algunos otros comentarios un tanto incómodos, no por el contenido sino que por la situación, se quedaron en silencio cada uno sumido en sus pensamientos.

Jin recorriendo su vida desde antes de haber visto a NamJoon por primera vez, para luego enamorarse de él profunda y tristemente. NamJoon, por su parte, pensaba que ese SeokJin que tenía a su lado y quien le había llevado por cordialidad a su casa, casi no se parecía al chiquillo de quince años con quien tuvo un amor profundo pero demasiado corto.

—No me vuelvas a agradecer por favor, lo he hecho con sinceridad.

—Lo sé... es que... estás muy cambiado —Dijo por fin, mirándole directamente.

—Por supuesto, he crecido varios centímetros.

—No me refiero a eso... eres como otra persona ahora. Calmado, amable, maduro.

—Eso es obvio, nos conocimos a los quince años, es normal que las personas cambien... tu también lo has hecho.

—No mucho la verdad, sigo siendo igual de inmaduro que antes.

—De seguro que las personas que te rodean no piensan de esa forma.

—Lo piensan, te lo aseguro... sobre todo mi esposa que... —guardó silencio repentinamente al darse cuenta de lo que acababa de decir. Jin lo animó a continuar aún con la sonrisa fácil pegada en su hermoso rostro.— piensa que soy un mocoso infantil e inmaduro.

—Bueno... ella vive contigo, te conoce, quizás deberías preguntarte por qué piensa de esa forma.

—Tu también me conocías y nunca pensaste eso de mi.

—Yo no te conocía NamJoon, nunca llegue a hacerlo. Fue tan ínfimo el tiempo que estuvimos juntos que por supuesto no existió jamás la oportunidad para que nos conociéramos de verdad.

Jin quería aplaudirse por la forma madura, racional y calmada con la cual estaba respondiendo. Si ese encuentro con NamJoon hubiera ocurrido tres años atrás posiblemente estaría hablando de otra forma, incluso pensaba que podría haber perdido los estribos. Pero por fin ya no había nada en su corazón, ni odio, ni tristeza ni amor en el hacia ese hombre que no parecía ser ni la mitad de lo que imaginó e idealizó desde su ruptura. Tenían, además, la misma estatura... para Jin el moreno siempre fue mucho más alto e imponente que él. Pero ahí estaba, mirándole a los ojos al mismo nivel, logrando que no se sintiera menoscabado en ningún momento.