Sucesión del amor y sus demonios.

Capitulo 3

Han pasado dos meses, Maggie y yo nos hemos vuelto muy unidas, ella ya está mejor y yo no he vuelto a soñar o mejor dicho a recordar nada parecido a esa noche, hemos salido unas cuantas veces a la cuidad, ha conseguido un trabajo en una pastelería los martes, miércoles y algunos viernes, he salido con Mat en los últimos días, incluso ha habido más besos de lo normal. Hoy hemos decidido ir a un bar con unos chicos que conoció en la pastelería donde trabaja, le dije que no era necesario que yo fuera, pero insistió, invite a Mat y dijo que ya tenía planes, que hablábamos otro día, así que eso me bajo un poco los ánimos, sin embargo, me he sentido bien estos días, es decir, como que no fue tan malo que ella viniera aquí, volví a salir, no fumo tanto como de costumbre ya que ella no me deja, de vez en cuando enciendo uno cuando ella no está, también he comprado ropa nueva, intentamos ir al gimnasio, pero no sirvió ya que al salir de allí fuimos por unas grandes hamburguesas con doble queso y unas sodas. Ella se está dando un baño mientras yo escojo entre ponerme mi vestido rosa ajustado o un azul turquesa de boleros, con unos tacones negros, hace mucho no me visto de este tipo de forma, me he ido a dar un baño y me he puesto el vestido rosa, Maggie se ha puesto un vestido de espalda descubierta con una coleta alta, y unos tacones, ella se ve muy bien, sabe maquillarse, hacer mascarillas, e ir de compras por horas y horas sin cansarse, yo soy un completo desastre, no uso maquillaje, tampoco me gustan los tacones pero tengo suerte ya que Maggie y yo calzamos igual, mi cabello es una extraña combinación entre liso y ondulado, antes sentía como si yo fuera su sombra y ella es del tipo de chica que se siente segura de sí misma y en el poco tiempo estando conmigo me ha ayudado a sentirme linda, aunque en mi interior siento que nunca seré suficiente para nadie.

-Ven aquí- señala el sofá que ahí enfrente del espejo

- ¿Para qué? Así estoy bien- me miro de arriba abajo, arquea una ceja y bueno que más da un poco de su ayuda no estará mal. En pocos minutos ya parezco una nueva persona, mis ojos lucen grandes, el labial ha hecho que mis labios se vean gruesos, y mi cabello esta lacio y aparenta ser muy largo, nunca me había sentido o visto tan linda, así sea maquillaje, me gusta enserio me gusta.

Maggie posa sus manos en mis hombros y me queda viendo a través del espejo –Eres hermosa, seas como seas solo necesitabas una manita de gato- me ha abrazado

-Gracias, enserio gracias- he comenzado a sollozar

-No hagas eso, te ves tonta contrólate porque esta noche vamos a disfrutar como en los viejos tiempos

Los chicos nos recogieron afuera del apartamento, Maggie no para de hablar con ellos y yo solo titubeo con mi celular tratando de distraerme

-Ustedes no son de por aquí ¿no? - dice el chico mirándome por el retrovisor

Lo volteo a ver y respondo entre labios un pequeño –Algo así

El chico comienza a mirar las calles –Llegamos

Bajamos del auto y entramos al bar, está lleno, pero en la barra hay unos cuantos asientos libres, pedimos algunas bebidas y bailamos un par de canciones, mis pies están doliendo no estoy acostumbrada a estos tacones, me siento un rato mientras pido una bebida

-Creo que nos hemos quedado solas- dice Maggie sentándose en el asiento siguiente al mío

- ¿A qué te refieres con solas?

-Los chicos han tenido una urgencia- dice mientras se apoya sobre la mesa

-Oh grandioso y ahora en que iremos a casa de nuevo- no me responde porque llega un chico guapo, interrumpiendo la conversación y sacando a Maggie a bailar, ósea que literal soy yo quien está sola, el chico de las bebidas acerca una copa de lo que parece ser vodka, le hago señas de que no lo pedí, me sonríe y guía sus ojos al final de la barra, me topo con la mirada profunda de un chico, de cabello lacio hacia arriba, labios gruesos y sonrisa sensual, una camisa negra que realza su piel blanca como un copo de nieve, me intimido, desvió mi vista un momento para acomodar mi cabello pero al voltear de nuevo no lo veo, comienzo a buscarlo con la mirada y me inclino un poco hacia adelante, pero no funciona se ha ido tal parece, lo olvido y doy un sorbo a mi bebida