Sucesión del amor y sus demonios.

Capitulo 4

Fue el mejor fin de semana en mi vida

Así se nos va la vida, quizás muy rápido o muy lento, somos nosotros quien tomamos las riendas de nuestro destino, a veces necesitamos un empujoncito que nos ayude, como a mí, quien hace meses tenía miedo de poder acercarse tanto a alguien como para tener una relación y hoy, me estoy arreglando para tener nuestra primera cita formal en un restaurante. Después de venir de la playa, dormimos juntos en la sala, solo dormir, suena increíble después de casi intentar hacerlo en la arena, al despertar note que dejo un recado en mi mesa de noche "El viernes paso por ti a las 8, iremos a cenar, que tengas lindo despertar, y una buena semana. Con cariño Derek". Pase toda la semana pensando en eso, y aunque Anthony me ha conseguido trabajo en una boutique y eso me ha ocupado un poco la mente, no dejo de pensar en esos tiernos ojos azules, he decidido no llamarle estos días, él tampoco lo ha intentado, pero él le ha comentado a Anthony que esta emocionado y que el plan sigue en marcha, y todo esto me lo ha dicho Maggie, parecen esos mensajeros que se usaban antes, pero es mejor así, supongo.

Me he puesto un vestido negro que llega un poco arriba de mis rodillas junto unos tacones, Maggie ha hecho rizos en mi cabello y me ha maquillado, luzco muy bien, escucho el sonido de la bocina abajo, estoy algo nerviosa, trato de respirar profundo para disimular

-Disfruta mucho, te quiero- dice Maggie mientras me ve salir del apartamento, bajo las escaleras y veo que más adelante esta la rubia con la que vi a Mat hace unos días, hago un gesto de desagrado y la adelanto, cuando salgo, veo a Derek recostado en su auto, trae camisa azul oscura, pantalón de tono café claro y zapatos oscuros, me sonríe

-Te ves hermosa- me dice abriendo la puerta de su auto, yo entro y él se dirige al otro costado -¿Cómo ha estado tu semana? Me ha dicho Anthony que te consiguió trabajo- pone el auto en marcha

-Sí, empecé el martes, es algo nuevo para mí, los clientes pueden ponerse pesados y no sé qué hacer a veces- digo recordando los varios clientes que no se mostraron satisfechos

-Ya te acostumbraras

-Ojalá que sí, ¿y tú qué hiciste en esta semana? - pregunto curiosa, el sabía que había hecho yo, y yo no tuve señales suyas, solo pequeños mensajes por parte de Anthony, no es justo

-Estuve ayudando en mi familia algunos pendientes, llevé a mi madre al aeropuerto, se ira de viaje algún tiempo- comenta el sin quitar la vista del camino, estamos en la autopista, aun no sé a qué restaurante iremos

-Qué bueno, ¿y tu padre?

-El solo está en su empresa, vive para la empresa, no creo que haya notado que mama se ha ido, pero no importa- me mira –Lo que importa es que pasaremos una buena noche hoy

- ¿A dónde iremos?

-Sé que te gustara, es algo sencillo

-Todo contigo tienen que ser sorpresas, Dios- parece un juego, todo misterio, todas sorpresas, el día que no me deje con los interrogantes, será un milagro

-Eres alguien curiosa Alice, tengo que llamar tu atención de alguna forma, y no quiero hacerlo como todos los chicos con los que probablemente has salido

-A lo mejor todos lo han hecho así- mi tono de voz se pone retador y escucho como carcajea

-No, no es así, si fuera así, te hubieras quedado con ese chico con tal de saciar tu curiosidad, pero estas soltera, y estas en mi auto ahora mismo, eso quiere decir que atrape tu atención, y si sigo haciéndolo puede que te quedes conmigo

-A lo mejor no me quiera quedar contigo

-Lo que paso en la playa es un indicio de que si- se estaciona–Llegamos- parece una enorme casa, esto no es un restaurante