ELIAS - 2

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Los paramédicos llegaron a la casa, declararon su muerte en el hospital por una sobredosis, ja, idiota, moriste de la peor forma. Me llevaron ahora a mi hogar. Con y sin ella era lo mismo. Me acosté pensando en cómo de bien estarían cenando lo vecinos. Una familia de 5 y papá soltero que le gusta mucho el jardín. Dos hijas mayores un hombre y un niño de 5 años. Si, el me habla de lo mucho que quiere a sus hijos. Una extraña felicidad ajena me invadió y me hizo dormir tan bien que al día siguiente me aventuré a la universidad.

Un día de mierda como lo esperaba. El niño raro que nunca iba a clases, que su matrícula estaba pagada por el gobierno, al que su padre lo amenazaba de muerte desde los 10 años. Esto se estaba convirtiendo en rutina de no ser por la muerte de la señora esa. Al menos ya tienen algo nuevo de qué hablar.

Oye, dime que han visto. Hablé al cerebro de la clase que me miró con miedo. No muerdo, pero podría sino me lo dices, ahora. Mi voz ya estaba muy gruesa y mi respiración agitada de enojo. Me dió sus cosas y me explicaba lo necesario para sobrevivir otro puto semestre.
Esperando en el césped sentado con un cigarrillo en mi boca mientras personas con una vida normal pasan delante de mí. Jóvenes sin adicciones y con mucho dinero pero muy idiotas para saber que significa la "bida". Con b porque es más fácil para ellos.
Con que tu madre falleció. Yo asentí al idiota parado frente a mi. ¿Se la cogieron muy duro?Negué. Me levanté del césped y me puse delante de el. Resulta que la muy puta se le olvidó que tenía un hijo. Di una calada a mi cigarrillo. Y tuvo que suicidarse para olvidarlo mejor. Salúdame a tu padre y dile que no deje demandar dinero, ella murió pero yo no.
A la mierda mi siguiente clase. Tomé el primer bus que vi sin saber a dónde me llevaría. Estaba harto de la vida y de su gente. ¿Es obligatorio restregarme mis mierdas en la cara? Creo que tengo suficiente viviéndolas en carne viva.

Compré un wisky cualquiera, era temprano y está prohibido tomar en la calle pero me chupa un huevo. Diré que soy un indigente y me dejaran libre. No se ni a dónde iba. Todo ya lo veía borroso. Sabes que ya das miedo cuando las madres toman la mano de sus hijos para alejarte de ti. Si señora eso no es nada evidente.

Una calle limpia, pues esta acera será mi banco. Me senté con mi morral entre mis piernas mientras me divertía solo. Hoy se supone que debería ser un día feliz, me libre de mis padres, vivo solo y puedo hacer lo que quiera. No llevaba más que 10 centavos en mi bolsa. Mi agua me costó mucho.

° ° °

A pasado mucho tiempo desde el primer capítulo.
Recuerden que los diálogos no están señalados.
Muchas gracias por leer.

«A.»

EliasWhere stories live. Discover now