Los de tercera edad: de los más afectados

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Debido al aislamiento temporal que se ha dado alrededor del mundo a causa del COVID-19, han ocurrido diversas consecuencias, una de ellas, y que es a mi juicio una de las más desastrosas en la vida de las personas, hablo de la consecuencia económica. En este caso en particular, analizaremos el caso de personas de tercera edad intentando cobrar su pensión; esto aunado a una pésima organización por parte del gobierno para repartir las pensiones.

no olvidemos lo ocurrido el viernes 3 de abril de 2020, día en el que se vio una aglomeración de personas, principalmente de mayores de edad, esperando a recibir su pensión, algunos incluso desde la madrugada del día anterior. Los bancos, por disposición oficial, habían permanecido cerrados desde el 20 de marzo. No obstante, pese a ello, y prácticamente sin ningún tipo de organización rigurosa, se decidió reabrir de manera casi que espontanea los bancos, hecho que provoco que miles de ancianos hicieran largas filas para recibir un apoyo económico, eso sí, de solo $10.000 pesos.

Algunos muchos estaban descontentos con la situación, otros, sin más, se resignaban a su situación porque "no había de otra". De esta manera, lo acontecido el 3 de abril fue un error que puede implicar cobrar la vida de miles de personas; un acto completamente irresponsable, esto tomando en cuenta que los adultos mayores son quienes más riesgos tienen si contrajeran el mortal virus, por no hablar de que, prácticamente, no se tomaron medidas preventivas para minimizar la posibilidad de contraer COVID-19.

Tales medidas, como es de esperarse, repercuten directamente en la salud de los ciudadanos, e indirectamente en la capacidad del estado para hacerse cargo de la salud pública, en donde no es menos aclarar que los más afectados resultan ser los ciudadanos de clase media, así como aquellos en situaciones más vulnerables. ¿Dónde quedo el estado protector que vela por los intereses de la gente? El interés fundamental es no morir; no infectarse del letal virus es una consecuencia del hecho de querer sobrevivir, y las medidas estatales tomadas van en lado contrario al interés común.


La  política frente a la charlatanería del discurso en el contexto del COVID-19.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon