Capítulo 3

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Había realizado las revisiones nocturnas como todas las noches, apenas parecía ser las ocho de la noche así que aún era temprano.

Mi última parada era una de las calles al norte de la ciudad, solo había pocas personas ya que la calle estaba llena de negocios de repostería y ya era la hora de cerrar.

No hay nada, igual que siempre.

Resignado y un poco cansado de la misma rutina, me encamine a mi casa hasta que una melena azulada llamó mi atención.

Marinette estaba por la calle, con una pequeña bolsa que guardaba en su mochila, caminando por la banqueta.
Ella parecía distraída hablando por teléfono al mismo tiempo que intentaba guardar las cosas en la mochila.
Pobre, también parecía tener una agenda apretada.

Una pequeña lata se cayó al piso y dio vueltas hasta que quedo a la mitad de la calle así que Marinette, después de dar un gemido de enojó, se dirigió hacia ella.

Yo miré horrorizado la escena, una camioneta se dirigía a toda velocidad hacia ella, estaba tan cerca que no importaba que se detuviera, ella sin duda se llevaría un gran golpe.
El claxón se escuchó pero ella se quedó inmóvil.

¡Solo aléjate!

Grité internamente pero ella no hacia nada.
Me arrojé hacia ella a rápida velocidad, la sostuve con mi brazo y la aleje del camino sin más.

-¿Estás bien?- le pregunté al ver su cara de miedo, la tenía sostenida con mi brazo fuertemente, acercándola a mi pecho.

Ella no podía hablar así solo sentía sus brazos rodear mi cuello con gran fuerza, me detuve en un pequeño jardín rápidamente.
Necesitaba asegurarme que ella estuviera bien y que no la había lastimado por la premura.

Cuando pude pararme en mis pies, la baje lentamente hasta asegurarme que ella tendría la fuerza para levantarse.
Tome con mis manos su barbilla para poder mirarla, el frío guante de mi traje hizo que recorriera un pequeño escalofrío en ella, lo pude sentir.

-¿Estás bien?-Sus grandes ojos azules se clavaron en los míos por un gran momento.
Ella parecía incapaz de contestarme, solo me podía observar sorprendida.

-¿Chat Noir?- me dijo ella al fin con un gran suspiró.

-Necesito que me hables para asegurarme que estás bien- dije lentamente, palabra por palabra en espera de que entendiera.

-Si, si estoy bien -dijo mientras su rubor aparecía en sus mejillas, ella bajó la mirada de inmediato mientras tocaba su cabello-muchas gracias por tu ayuda.

Ella se alejó de mí y dio media vuelta hacia las calles de París.

-¡Hey! ¿A donde vas?- la alcance sin problema, ella parecía estar un poco mareada así que caminaba aún más lento.

-A mi casa -parecía incapaz de sostenerme la mirada. Ok, yo pensé que "Adrien Agreste" la ponía nerviosa por ser el "famoso" pero al menos hablaba conmigo, Chat Noir no lograba ni siquiera eso.

-Te llevaré a tu casa.

-¡¿Tú me llevarás?! - con eso logré que me mirara fijamente, sus mejillas se pusieron rojas-quiero decir, debes tener más cosas por hacer que llevarme.

-No hay problema- me acerqué a ella y sin esperar tome sus piernas con mi brazo para cargarla- ¿A donde la llevo, my lady?

Marinette se rió con timidez al mismo tiempo que me apuntaba hacia una dirección, yo sabía donde quedaba la panadería pero necesitaba que ella se tranquilizara un poco.

Di un gran saltó y me dirigí hacia allá mientras sentía su respiración muy cerca, todo el trayecto fue en silencio sin embargo podía sentir cada movimiento que ella realizaba.

-Es en esa de ahí- apunto hacia un balcón iluminado de color rosa que se veía desde lejos.
Baje en un solo movimiento hasta que al fin llegue a aquel lugar.
La baje rápidamente y observé con curiosidad todo.
El lugar estaba adornado con flores y banderas de colores que contrastaban con la hamaca rosa que estaba al fondo, parecía un lugar muy acogedor.

-M-muchas gracias Chat Noir- ella atrajo mi atención de nuevo y eso me hizo sonreír, al menos ya hablaba más.

-Un placer, deberías tener más cuidado para la próxima.

-Si lo sé, a veces soy algo distraída- me reí ante eso, era algo obvio ese hecho.
Marinette me veía fijamente mientras se mordía uno de sus labios con nerviosismo, por alguna razón yo le intimidaba.

Era Chat Noir, el superhéroe de París.
No le haría daño.

-Bueno, me despido-me incline un poco en señal de despedida y me subí en su barandal.

-¡Espera!- me grito ella y yo me giré para poder escucharla, ella abrió sus grandes ojos como por sorpresa, creo que en realidad eso último no pensaba decirlo en voz alta- s-solo muchas gracias.

Le sonreí en respuesta y salí disparado hacia mi casa, estaba cansado y solo quería descansar así que tenía que aprovechar que el día de hoy parecía ser otro día tranquilo en la ciudad.

Mi casa estaba muy cerca de la de Marinette así que entre por la ventana que siempre dejaba abierta.

Las luces de mi casa estaban apagadas, salvo las del piso de abajo. Deben estar ahí todos.
Me destransforme y plagg salió exhausto desde el anillo.

-Esta chica Dupain es extraña-fue lo primero que dijo antes de ir por su queso.

-¿Por qué?- pregunté con duda mientras me sentaba en mi cama, mi kwami podía observar lo que yo hacía mientras llevaba el traje, o bueno solo cuando a él se le antojaba- solo es tímida, pero creo que es agradable.
-Si tú dices- encendió la televisión y empezó a comer su queso mientras realizaba extraños ruidos.

Odiaba ese aroma.

Tenía que salir de aquí así que,  me puse de pie decidido a hablar con mis papás un momento.
Regresando al mundo real al menos por un tiempo.

We'll Meet Again (Chat Blanc p.3)Where stories live. Discover now