Capítulo 27

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-Está bien, entonces después de que lo hicieron todo cambio y ahora estamos aquí- decía el maestro Fu con seriedad desde su mesa llena de libros.

Después de lo que sucedió con mi mamá, la fiesta se canceló y solo nos preocupamos por ella. Mi padre la llevo a un hospital con esperanza de encontrar el motivo pero yo ya lo sabía.
Me negaba a recordar pero era inevitable, pase mucho tiempo viéndola sufrir esto.

Cuando lograron detener la hemorragia y la dejaron ir a casa, lo convencí de traerla para acá.
Tal vez el maestro Fu tenía una respuesta sin embargo, parecía estar igual de confundido que nosotros.

-Sin mencionar que volví a tener dieciocho años- añadió Marinette, estaba sentada junto a mi madre, tomándola del hombro-algo bueno de todo esto.

Yo solo negué con la cabeza, ese detalle se había pasado de largo para mí con todo lo demás dando vueltas en mi cabeza.
Honestamente era algo sin importancia, el único evento importante en esta edad para mí, era el haber conocido a Marinette.

De ahí en más, solo era otro tiempo desperdiciado.

-No puedo creer que de verdad lo hicieran- le decía mi padre a Marinette- es decir, si tú eras la guardiana era tu deber evitar que eso sucediera ¿No funciona así?

-Así es, pero puedo entender por qué lo hiciste-dijo mi madre con actitud compasiva mientras sostenía aún más fuerte a Marinette.

-¡Eso no es lo importante!- grite furioso, había temas de vital importancia a las que prestarle atención y parecía que no se daban cuenta.

-Adrien, tranquilo- me dijo mi mamá en voz baja-debes tener paciencia.

-Nunca me caracterice por mi paciencia-le conteste irritado. Su cara de confusión me hizo detenerme, ella nunca me había visto de esta forma.

Cuando murió yo cambié por completo, me volví más irritable e impaciente, aspectos que jamás había mostrado antes.

Y por lo que analizaba en mis nuevos recuerdos, jamás lo fui con ella así que entendía su mirada de preocupación.

Marinette me ayudó a controlarlos pero no podía negar que aún formaban parte de mí.

-Adrien, vamos a averiguar que está ocurriendo-me dijo Marinette mientras se acercaba a mí y colocaba una de sus manos en mi pecho- pero ahora tu mamá tiene razón, debes de tener un poco de paciencia.

-Es difícil...

-¿Solo un poco? - me interrumpió ella con una sonrisa al mismo tiempo que hacia una señal con sus dedos.

-Bien, solo un poco - dije entre un suspiro, regresando mi atención a la ventana.

-Ahora entiendo toda esa relación de ustedes dos, era inevitable que se enamorarán otra vez-mi madre nos llamó la atención, su mirada de alegría me hizo ruborizar por un instante-Tú lo ayudaste.

-A veces es un poco explosivo- le dijo ella con alegría mientras yo ponía los ojos en blanco.

-Dejando eso de un lado-le interrumpí antes de que el tema llegara a temas que no quería abordar- no tiene sentido lo que está sucediendo. Mi madre enfermo por usar el Miraculous y ahora lleva años que no lo utiliza.

Mi padre tomo a mi madre del hombro, sabía que haberle contado sobre ese mundo donde ella no estaba, le aterrorizaba.

-El Miraculous ni siquiera está dañado- agregó el maestro Fu.

-Y también los tenemos a ellos-dijo Marinette con cansancio mientras miraba a la televisión. París estaba siendo atacada por esas extrañas criaturas desde hace unas horas, parecía como si supiera que todo estaba destrozándose y era el momento para hacerlo.

We'll Meet Again (Chat Blanc p.3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora