Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Todo ser humano odiaba algo, eso estaba en nuestra naturaleza.
Algunos odiaban el invierno, otros el verano.
Algunos odiaban algunas comidas, bebidas, olores, sabores.
Algunos odiaban incluso hasta los sonidos.
Podría mencionar muchas cosas más, pero la lista sería interminable y fastidiosa.
Fastidiosa como lo era Madison para Aldo.
Fastidioso como lo era Aldo para Madison.
Oh si, este par, totalmente diferentes pero al mismo tiempo un tanto iguales.
Polos apuestos que se atraían al instante.
Colores diferentes que al mezclarse se creaba otro color.
Aldo y Madison un caso totalmente especial.
Muy especial.
Demasiado especial.
Aldo y Madison eran como Tom y Jerry.
Como un perro y un gato.
Como el coyote y el correcaminos.
Como el agua y el aceite.
Como el fuego y el agua.
Ambos eran caos.
Ambos eran un desmadre.
Aldo y Madison no podían estar quietos cuando estaban en la misma habitación, compartiendo el mismo espacio y el mismo aire, siempre buscaban la excusa perfecta para joderse el uno al otro, para aventarse la madre, darse uno que otro zape, gritarse, empujarse o simplemente decirse uno que otro insulto.
Sus mismos amigos les decían que los que se pelean se aman.
Pero ellos no pensaban asi.
Nisiquiera se les cruzaba esa idea por la cabeza.
Ellos se odiaban, simple.
O al menos, eso decían.
Aunque se que muchos se preguntaran el porque ambos se odian.
Realmente no hay una respuesta concreta.
Pero si existen un par de quizá...porque.
Quizá porque sus intereses son distintos.
Quizá porque sus ideas o pensamientos son un tanto diferentes.
Quizá porque sus personalidades son distintas.
Quizá porque en el fondo de sus corazones existe un sentimiento que no desean que salga a flote y por ende intentan ocultarlo diciendo que se odian.
