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Aldo's Pov📍
Solté un ligero suspiro y desvíe la mirada hacíala ventana, estaba en el auto junto a Madison esperando a la señora nubia quien aun estaba en la casa buscando quien sabe que. Me sentía un poco extraño, por un lado quería salir corriendo como pinche chihuahua cuando le abren la puerta, pero por otro lado quería quedarme mucho más tiempo al lado de ya saben quien.
Era demasiado confuso para mi.
No sabía lo que quería realmente y eso me enojaba.
Era como estar entre la espada y la pared.
Jamás en mi perra vida me había sentido de esa forma, nunca había experimentado ese tipo de sentimientos extraños que me estaban carcomiendo vivo, pero no iba a dejar que se apoderaran de mi hermoso y sexy cuerpo.
Asi que evitaría todo, asi de sencillo.
Soy todo un genio.
── ¿Y tu que traes?
La voz de Madison me sacó de mis más profundos pensamientos.
── ¿El que? ── Cuestioné
── ¿Que traes baboso?
── ¿Yo? ── Madison asintió ── Yo nada, estoy normal. Un poco sacado de pedo por toda esta situación pero de ahí en fuera estoy bien.
Mentira.
── Si no quieres ir, le puedo decir a mi mamá que tienes que regresar de emergencia a tu casa ── Frunci el ceño en cuanto dijo aquello ── Nadie te esta obligando.
Eso lo sabía, nadie me estaba obligando pero una parte de mi me decía que me quedara.
── ¿Quién dijo que no quiero ir?
── La cara de culo que traes lo dice todo ── Dijo ella.
── Solo estoy crudo y cansado ── Acomodé mi cabello ── No es que no quiera ir ── Madison alzó una ceja ── Estoy bien.
── Pues no luces bien ── Desgraciada, pensé ── Te vez de la verga.
── Tu también te vez de la verga mi reina y no te lo digo ── El semblante de Madison cambió completamente ── ¿Se enojó la princesa?
── Vete a la mierda Aldo ── Madison giró su cabeza y miró hacia al frente. Una sonrisa divertida se formó en mi rostro, me comenzaba a gustar el verla molesta ── Idiota.
── No te enojes mi reina, te van a salir arrugas en tu carita toda fea ── La escuche suspirar con molestia ── Solo fue una bromita Mads, no tienes que enojarte.
── ¿Porqué no agarras tus perras bromitas y te las metes por... ── Cerró la boca de golpe en cuanto vio que su madre salió de la casa ── Aquí no ha pasado nada y si dices algo al respecto, te rapare la cabeza mientras duermes.
