DULCE PECADO │EDITANDO│❀

Capitulo 31. "porque..."

Lean la nota del final, por favor... 

Niall

Mis pasos resonaban por todo el lugar, llevaba una mano dentro del bolsillo de mi pantalón y con la otra iba a acomodándome el cuello de la camisa. Dos meses, habían pasado dos meses exactamente desde el último juicio, estaba nervioso.

No sabía que haría, o como tendría que reaccionar cuando viera a Liam de nuevo, ¿debía enojarme?, ¿gritarle y reprocharle el haberme utilizado solo para darse placer?, ¿o debía tirarme hacia el y pedirle que aunque no me quisiera y me aborreciera me regalase un beso como los que me daba después de decirme que me amaba… aunque sea solo uno de mentira.

Tenía esas dos ideas en mente, ganando la segunda, y es que yo era débil, estaba consciente de ello. En mi cuerpo ya no quedaba nada más que un poco de dignidad, la había perdido casi toda a tal punto que no me importara que Liam me utilizara una vez más si al final me murmuraba un “te amo” aunque no lo sintiera en verdad, así de enfermo estaba.

Intenté seguirle el paso a mi hermano pero el caminaba demasiado rápido, cuando logré alcanzarlo el estaba saludando a unos señores dándoles la mano en señal de educación, mire hacia todos lados para ver si alguien indicaba a que pasáramos ya y que todo terminaría pronto, pero nada. Suspiré ya frustrado y dirigí mi mirada hasta el pasillo… posando mi vista en una persona que no sabía si quería ver.

Liam se acercaba junto con unos guardias, uno a cada lado de él, estaba diferente, su piel estaba más clara, su cuerpo un poco mas delgado y su cabello largo que le casi le cubría los ojos, que, tenían una mancha negra bajo estos… Liam no se miraba bien. No en el sentido atractivo, porque Liam siempre sería atractivo, me refiero a que no se miraba bien de salud, claramente le hacían falta unas horas de sueño y una mejor alimentación, me pregunte que si quizá si tenía la comida y no querría comer o que tal vez si tenía tiempo para dormir pero él lo empleaba en otra cosa por las noches… si se dedicaba a pensar en mi.

Tragué en seco cuando Liam levantó la mirada y la posó sobre la mía… como solía hacerlo antes. Y entonces, no supe cómo reaccionar, no hice nada de lo que había pensado, yo solo me quedé allí, estático, perdiéndome en ese mundo al que me llevaban esos ojos marrones que tanto me gustaban, en las caricias y en los te amo que alguna vez me habían dedicado esos labios tan rosados como la mismas mejillas de un bebe, y cuando lo vi sonreírme de lado ya no pude mas, sentí que el corazón se me saldría del pecho y caminaría hacia Liam para quedarse con él, que mis piernas ya no soportarían mi peso y que mi brazo sangraría en cualquier momento –porque ya había comenzado a rascarme y ni siquiera lo había notado-. Los guardias encaminaron a Liam para entrar a la corte, pasó al lado mío con una lentitud que me pareció el mismísimo infierno, me había mirado por última vez y me susurró un tenue “angel…” que juro terminó de matarme en vida.

-Niall, es hora. –me indicó Louis.

Asentí con la cabeza y seguí a mi hermano hasta llegar a donde nos correspondía sentarnos, era la misma sala, las mismas sillas y la misma jueza… todo era lo mismo que la vez anterior, pero yo no quería que terminara igual.

Antes de venir al juicio había hablado con Josh, habíamos planeado todo lo que yo diría ahora, se suponía que cuando me tocara declarar yo diría que Liam era el peor ser humano sobre la tierra y que no merecía perdón, que me había dejado con severos traumas psicológicos y que jamás se lo perdonaría, luego iba a maldecirlo frente a todos y le diría la poca cosa que es como persona, sonaba justo… pero, cuando Josh se dio cuenta que estaba llorando mientras decía todo eso cambió de parecer…

“tu lo amas, Niall… no puedes decir todo eso si lo amas”

“pero el lo dijo, Josh, el me lo dijo a mi cuando se suponía que el también me amaba…”