CAPÍTULO 5: SKYLER CROWN Y LA POKEBOLA AZUL

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Me cuesta mucho ir sentada en esta furgoneta justo a un lado de la agente Crown. No me agrada haberme quedado atrás para ser la última en subir, ¡pero es que tenía que atarme los cordones y...! Mierda... Lo único que puedo percibir es el aroma de su perfume. Creo que es Dior... Claro, como si supiera de perfumes. Sólo sé que me encanta, aunque ella no me presta atención. Permanece con la mirada al frente, acariciando la cabeza de su Vaporeon que tiene su propio asiento y que incluso usa cinturón de seguridad. ¡Se ve tan lindo!

Me pone tan nerviosa...

Mi corazón no había latido con tanta fuerza en mi vida. ¡Nunca! Realmente siento que se podría salir de mi pecho en cualquier momento. Incluso me están sudando las manos y creo que en cualquier momento me podrían empezar a temblar. Me siento tan diminuta a su lado, que ni siquiera sé qué hacer con mis piernas. ¿Se supone que debo dejarlas quietas? ¡Me estoy volviendo loca! Quisiera que al menos bajaran las ventanas para respirar. Siento que estoy asfixiándome. ¿Por qué nos tenían que enviar en la misma furgoneta? ¡Esto no es justo!

Al menos el trayecto no dura tanto como esperaba. No pasa mucho tiempo cuando nos estacionamos, pues la puerta se abre de inmediato y dos gorilas con gabardinas y gafas oscuras nos reciben para que la agente Crown baje sin decir más. Permanece a un lado tras quitarle en cinturón a su Vaporeon y sólo entonces bajamos nosotras, a pesar de que ella no dice nada. Su silencio sepulcral pareciera ir acorde con lo gélidos que son sus ojos azules. Es que son tan intensos y bonitos, que ni siquiera parecen reales. Ella no parece real. Nunca había visto una nariz tan respingada en mi vida.

—Formen una fila —dice uno de los gorilas y el otro le entrega un detector de metales.

Obedecemos y empezamos a avanzar luego de que nos registran con el detector. Por supuesto que suena y tres chicas son separadas del grupo por traer puesto el smartwatch que no apagaron como nos dijo la agente Lawler. Ellas no tienen permitido seguir avanzando, sino que las obligan a subir de nuevo a la furgoneta mientras nosotros seguimos avanzando hacia la entrada del Sheraton.

No es la primera vez que estoy en el Sheraton, aunque éste no fue el que visité. Nos quedamos en uno cuando Liz y sus padres nos invitaron a Disneyland cuando llevaba siete meses saliendo con mi hermano. ¡Incluso nos llevaron al parque temático de Harry Potter! Todavía tengo mi túnica de Ravenclaw en el armario. ¡El padre de Liz me la compró! Pero lo que hay en este lugar es... No sé si decir que es interesante, emocionante o aterrador.

Cinco chicos del Programa de Excelencia tampoco tuvieron permitido venir con nosotras tras pasar por el detector de metales, pero no son los únicos. Hay unos cincuenta o sesenta chicos con uniformes de otras escuelas que no pueden entrar al hotel. Y quienes sí pasamos el filtro estamos en el lobby, formando grupos más pequeños y siendo resguardados por los agentes que no se quitan las gafas oscuras ni siquiera estando en interiores. Nos hacen avanzar hacia la sala de conferencias donde nos asignan los asientos según la escuela de la que venimos. ¡Es como ver una convención de niños ricos! Y yo soy como una cucaracha entre ellos, aunque puedo pasar fácilmente como una más del montón.

Detrás del podio está el escudo de la Elite. Las luces se apagan para que sólo un reflector ilumine al hombre de cabello negro y ojos azules que se planta ante el micrófono. No debe tener más de veintidós años. Tal vez veintitrés.

—Silencio —nos dice con firmeza—. Mientras menos preguntas hagan, saldremos antes de aquí.

Dicho aquello, se aparta y con una señal de la mano le indica a esa otra mujer que...

Oh... por... Dios...

Esto tiene que ser una broma...

¡Es Skyler Crown! ¡Es la estrella del pop! ¡Es incluso más famosa que Ariana Grande! ¡Y está aquí, entre nosotros! Usa ese traje negro de la Elite y su gabardina enmarca tan bien su cintura, que incluso siento envidia. Ahora me doy cuenta de que Liz tiene razón. ¡Es idéntica a la agente Crown! Sus ojos azules también son intensos, aunque su mirada es un poco más cálida. Sin embargo, hoy no es la cantante más famosa de América. Y me aterra un poco saber que no se parece en nada a la que publica el outfit del día para sus close friends en Instagram. ¡Te incluye en la lista por cien dólares! No es que yo lo haya pagado...

POKEMON X: LA GUARIDA DE FLAREONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora