Capítulo 3

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Eran las 5 a.m de la mañana y el despertador sonaba.Sisi no quería levantarse y esta vez no lo haría. Estaba cansada y aún no quería dar la cara después de romperle el corazón a Teodoro. Lo que le esperaba hoy, no sería agradable; un panal de fans de Teodoro con  sed de venganza y otra vez la misma rutina de siempre tratando de aplacar El hambre con algún tipo de café o las bebidas energizantes de las que ya estaba harta, había probado todos los sabores del café. Con chocolate, crema, capuchino del más caro al más económico solo para intentar que aquel sabor tan repetitivo no la aburriera fácilmente a veces con aditivos como fresa, menta o alguna fruta tropical pero ya no tenía sentido obligarse a beber café. No era capaz esta vez de obligarse a asumir la rutina y ser una adulta funcional. Esta vez dormiría hasta tarde y le haría una visita en pijama al supermercado, compraría lo que quisiera por algo ganaba miles de dólares con una empresa exitosa y luego pensaría si ir al restaurant o no, porque a pesar de la presión social que había ejercido no tenía la obligación moral de responder ante la exigencia de Teodoro. Pensar que esto no es lo más terrible, quería ser feliz en su cama sin pasar frío y sin darse cuenta que tenía hambre los supermercados no abrirían al menos en tres horas así que solo le quedaba dormir y apagar el teléfono un día libre no era motivo para que la empresa se viniera abajo y no había nada importante que requiera de su ayuda al menos en dos semanas no tendrían un evento importante. Los medios estarían hablando del debut de Rita y del desplante de Sisi que dejó a Teodoro esperando en el restaurante. No quería escuchar el mismo sermón de siempre que tenía suerte que un hombre codiciado  se hubiera enamorado de ella y era una tonta que no lo quisiera y no era la primera que esto pasaba que un buen hombre se fijara en ella como Fredi pero Fredi tenía ya tenía setenta y cinco años y no le interesaba como hombre.

Eran las doce del día y Sisi se había levantado de su cama, no por que quisiera sino porque si no iba al supermercado no comería sin antes pasarse a comprar algo para desayunar; papas fritas, con bebida y pollo frito con algunos sobres de ketchup finalmente comía algo decente luego de gran festín en un KFC, iría al supermercado que le pareció estar en el paraíso, podría abastecer su enorme refrigerador y esta vez no se limitaría a comprar nada. Irías por vegetales, leche, huevos,carne y frutas además de muchas golosinas otra vez se sentía como si fuera niña. Comprando todos los caramelos que una vez quiso, además aprovecharía de pasar a una confitería y una juguetería si hubiera llegado algún juguete nuevo que no tendría en su colección mientras paseaba por el destruyó de lujo se le acercaba vendedores con perfumes, joyas y nuevos zapatos no quería nada de eso, no quería recordar su absurda vida de glamour y adultez de solo recordar los baños se planteaba que cosas había normalizado, tal vez a sus 35 años había recaudado el dinero suficiente para no volver a trabajar nunca más, que vivir una vida  más austera, pero a estas alturas se había acostumbrado a llevar una vida sivirita y le daba miedo gastar todo y luego quedarse sin nada. Dejar la moda para siempre era una gran idea,pero no era la mejor opción así que debía pensar en otra cosa y sabía que no podría esperar tanto sin antes hacerles varías visitas al manicomio y la opción de tomar pastillas para soportar esta vida que no le hacía feliz era una idea que tristemente fracasaría y alguna vez si resentimiento de llevar una vida que al principio fue muy atractiva para ella, pero en la actualidad. Cada día se sentía más vacía y solo debía seguir por el compromiso que ya tenía 35 años, la empresa la había costado mucho esfuerzo poder fundarla y que el dinero que ganaba siendo diseñadora algo compensaba todo el sacrificio de someterse a las exigencias de un mundo tan superficial.

Pero ahora era vital poder respirar y volver a ser la chiquilla que era antes de ingresar a la universidad en esos tiempos  en los que apenas cursaba un curso de modelaje y dónde se daba cuenta que la ropa ancha no le favorecía. Todavía podía recordar aquellos tiempo cuando aún le brillaba la inocencia un día antes de buscar un academia de modelaje, el día estuvo nublado llevaba un vestido con estampados grandes y se había puesto sus patines para salir a pasear, cómo lo hacía desde siempre, pero mientras daba vueltas por el vecindario donde vivía, la sensación que algo estaba a punto de cambiar de la inocencia de la juventud no duraría mucho tiempo, se avecinaban grandes cambios y así fue cuya decisión que había tomado cuando vio una mujer posando en ropa interior. Se veía tan sensual y femenina, Sisi hace un año había alcanzado su mayoría de edad era una joven, no era una niña, la niña que siempre guardaría más aún la herencia centenar de su tatara abuela, esas cosas servían de útil y siempre se había prometido que sería cuidadosa y como un sentido hacia la moral siempre usaría sus poderes con ética, en el mundo de las brujas no había nada escrito; habían buenas y malas.Pero Sisi siempre sabía declinado por la bondad, no por la maldad ni la avaricia de saber que no era como todas las personas y a veces sus posibilidades podía manipular el mundo A su antojo. Lo había hecho siempre y cuando no dañará a nadie. Tampoco lo usaría en venganza en protección sobre todo cuando el fandom de Teodoro había comenzado una cacería de brujas hacia ella, no había revisado redes sociales las palabras crudas en los comentarios no deberían ser agradables. Por lo menos no lo hizo durante todo lo que  duró el día, es en la noche se le hizo imposible no encender la televisión y que hablaran del chisme y mostraran algunas comentarios de mujeres vengativas por un desaire ocurrido hace 7 meses. Era hasta gracioso que la estuvieran llamando puta, sin haber hecho nada, pero sabía que muchas veces los fandom eran formado por personas con alguna Tara o con una vida carente de afecto, pero Teodoro en su desesperación es muy probable que secretamente usaría a sus fans de respaldo para presionar a Sisi, era ella contra el mundo en estos minuto, en su celular además habían llamadas perdidas de Briggitti, Sara, Caroline y Rita entre todas sumaban doscientas llamadas perdidas en su celular, pero no contestaría hasta dispuesta a que Briggitti no decidiera no contar más con ella en la empresa, no importaba con la reputación Y la indemnización que en caso de despido debería darle Briggitti tendría el capital suficiente para  comenzar su marca de ropa sin ningún problemas, sabía que tarde o temprano la pataleta de Teodoro no influye mucho en su futuro. Teodoro no era una persona solitaria que solo podría abrirse con una sola persona, tenía conexiones y su medio en dónde se movía conocería una buena hija y así dejaría de molestarla.

Fue irresponsable que hoy no se presentara a trabajar y mañana tampoco lo haría. No lo haría hasta que se sintiera mejor aunque parecía que su estado de ánimo nunca mejorará y se quedaría en su departamento sin trabajo aferrada a sus juguetes que le hacían sentir mejor que calzando tacones de veinte, treinta centímetros jugando a que todo estaba bien. Escondiendo del mundo su vergonzosa manía de comprar juguetes compulsivamente, porque las especulaciones de la gente sería muy grandes que podría llegar a ser una enfermedad mental o que ella era una pedofilia en potencial que compraba juguetes sí, lo hacía pero no era  que además de tuviera una colección de fotos de niños desnudos. No miraba así a los niños, eso era enfermo pero sí odiaba la manera malagradecida que muchos tenía, como algunos trataban a sus padres en el medio donde trabajaba había visto muchas parejas emocionados cuando un médico les confirmó sus sospechas de embarazo, pero luego de cinco años, seis años ver al hijo que la pareja esperaba con tanto amor y ver qué su homúnculo era un mocoso que trataba mal a sus padres,¡Maldita sea! ella también alguna vez le había levantado la voz a su madre, pero nunca había llegado al extremo de gritarle maldita perra porque no le compró el juguete que quería y nadie le decía nada ya que la psicólogo infantil les había dicho a sus padres que estaba mal responderle al niño. Sí alguien a los niños les daría de su propia medicina y no usaran tantas excusas para justificar malos comportamientos y abusos en contra sus padres. En este universo había una regla general que nunca podría romperse y era que nunca tendrás todo en la vida, la colección de muñecos y otras Figuras que tenía Sisi incluía juguetes que habían salido al mercado muchos antes que ella hubiera nacido, a estas alturas de su vida no se privaba de nada, salvó por las extensas horas de trabajo a veces de dormir y comer, aunque tenía sus recompensas, pero cada día que pasaba se preguntaba  si sus recompensaba era suficiente para equiparar el esfuerzo psicólogo que día a día  hacía.

Jamás Hagas trato con una tramposaWhere stories live. Discover now