Capítulo nueve.

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Había llegado el día sábado y Susi llevaba una preciosa caja de regalo con un listón enorme lo que adentro aguardaba el regalo de Sísi, ella vestida con unas zapatillas blancas y una jardinera de jeans más un labial rojo que contrastaba de su modesto outfit. Parecía a ver vuelto a tener diecinueve años y la gente no la reconocía sin maquillaje y pretenciosas prendas confeccionadas con las más altos estándares que el prêt-à-porter podía llegar a exigir. Hoy era libre de toda crítica. En la entrada había un hermosa decoración con globos y estaban las botanas saludando al público las máquinas de juego estaban expeditas a pesar que habían treinta niños y por cada niño había un adulto aún así se podía mover libremente por el local y no había que esperar tanto tiempo para usar algunos de los juegos. Saludó a Caroline y preguntó por Susana que estaba recibiendo los regalos, con un vestido de cristales Swarovski que habían mandados a confeccionar a medida.

Sisi se acercó a Susana para entregarle la caja, Susana como cualquier niña pequeña al ver a Sisi saltó en sus brazos para darle el abrazo. A pesar que le había mandado la correspondencia electrónica su madre le había quitado toda esperanza que el día de su cumpleaños fuera visitada por su nueva amiga. Sisi era una mujer muy ocupada que no tendría tiempo para estar en fiestas de niños, pero que Sisi llegara a la fiesta celebrada en un Chuck E. cheese. Nadie se imaginaba que leyendas vivientes de la moda visitaran lugares así. Sisi siempre supo mantener sus Secretos bien guardados.

Susana estaba encantada que Sisi estuviera con ella y que sus demás amigos la conocieran. No solo por el cariño que le tenía la niña sino que además para que supieran en la escuela que ella sí conocía gente importante ya un día será tan importante como las gente que conocía así que ella siempre quería lo mejor y esperaba que su fiesta y sus regalos estuvieran a la altura de un futura diseñadora. Aunque esta vez no había de que quejarse el vestido, el pastel y el sitio uno de sus favoritos en el mundo estaban espectacular.

Sisi finalmente estaba en Chuk E Cheese comiendo pizza y haciendo uso de sus juegos. No había nadie que la superara en máquina de baile Y golpeando a los topos. Los niños la adoraban y los padres de los niños estaban fascinados con ella, era espontánea, amable y sus hijos la adoraban.

Sisi conoció al padre y la abuela materna de Susana una mujer sencilla, pero muy amable tenía un aspecto de bondad y maternal. Se notaba por su forma de vestir que nunca se había interesado por la moda, pero al momento de entablar una conversación con la señora Ivette supo que era más valiosas que unos trapos de cien mil dólares. Era encantadora, no sabía si todas las abuelas del mundo orgullosas de sus nietos todavía mostraban todas sus fotos a los desconocidos que les caía bien, pero. La señora Ivette le mostró todo el álbum de fotos de sus veinticuatro nietos que los adoraba y hasta le mostró el suéter de lana natural de oveja que ella había pintado naturalmente utilizando jugo de betarraga y tejiendo la lana además de formar en el suéter un lindo paisaje de playa. Sisi por algunos segundos esto la hizo hervir de rabia por dentro, envidiosa de la suerte de Susana. Recibía regalos preciosos hechos con amor, un amor que a las alturas de su vida ella no tenía, pero por más que pensara en la suerte de ser un niño no podía ser así de miserable para envidiar tanto a una niña. Quizás a veces se replanteaba si tuviera un problema mental. O solo se sentía vulnerable, tenía un novio, un novio del que no sentía nada.Era otra responsabilidad social que la agobiaba, estar sujeta a un hombre por su imposibilidad de entender la palabra no.

Era hora de abrir los regalos. Susana estaba emocionada el primer regalo fue una mochila de Longefly del ladrón de hamburguesas de mcdonald's,Sisi pensó cuánta suerte tenía Susana. Esa mochila la había buscado por meses, pero siempre que lo intentaba comprar estaba agotada esa mochila era un tesoro histórico para ella, el ladrón de hamburguesas tiene gran parte de la historia de unos de los lugares más felices de la tierra, pero a Susana opinó lo contrario esa Mochila era una porquería. Una mochila fea con un vejestorio pegado en la parte trasera, era un regalo inservible. No valía la pena así que lo tiró por el piso. El regalo estaba muy lejos de ser cool.

  _¿Por qué hiciste eso, Susana?
 
   _Esa mochila es un regalo para mi abuela y es fea._
  
   _No puedes actuar de esa forma, Bárbara es tu amiga y te eligió el regalo con mucho amor._

    _Le dije que tipos de regalo me gustaban y me obsequia esta mochila._
   
     _Susana,nadie con ocho años te  regalará un un traje de conejita sexy.__Susana vio a Sisi conteniendo la risa y todo los invitados estaban en shock con la petición de la cumpleañera_.

Susana miró a sus, y todavía tenía más de treinta regalo, así que no le importaba perder un tonto regalo. Seguro que había algún regalo de su interés y había algunos muy bueno. Una patineta voladora, un Porsche blanco a batería, algunos días para quedarse en el parque de Disney, muñecas LOL, algunas monster High y la Barbie réplica de Margot Robbie y además del collar de oro blanco de parte de su padre. Todos los regalos la emocionaron mucho que la dejaron en un estado de éxtasis. A excepción del regalo de su abuela Ivette.
El suéter que había tejido para Susana con mucho amor, era precioso y con buenas terminaciones, todos quedaron fascinados con el suéter a excepción de  Susana, que montó en cólera contra su abuela.

   _Si no tienes dinero para un buen regalo para mí, No me traigas basura.__Dijo furiosa que asustó a todos los presentes_.

>>Me dijiste que me comprarías un buen regalo...Me lo prometiste.

  _Susana,¿Qué pasa contigo?,esa no es manera de tratar a tu abuela.__dijo Caroline_.

Mientras la dulce anciana de setenta cinco años casi no pudo ocultar su tristeza, por más que intentará disimula, como profesora jubilada sabía que los niños a esa edad podían ser irritables y un poco duros.

  _Lo te acaba de regalarme mi abuela es un limpiapié._

Esto era muy triste de ver. Sisi intervino en la pataleta de Susana. Ella amaba la alta costura, pero no la ropa confeccionada a mano de su abuela.

  _Susana, toda prenda hecha con los estándares de alta costura está hecha a mano y exige la más mínima intervención de máquinas de coser y todo está hecho con fibras naturales._

_Pero eso es un taller que está hecho para fabricar prendas de cien dólares, esto está hecho con una oveja ignorante que se acuesta en su propio excremento...Esto es una mierda__.

>>Antes de humillarme, no traigas nada.

Sentenció la niña tanto que hizo enojar a su madre que le dio una cachetada, por humillar a su propia abuela. Estuvo a punto de darle otro manotazo, de no ser por Ivette que se puso en medio de su hija y nieta.

_No le pegues Caroline, es una niña._

_suéltame Ivette, si me trajeras mejores regalos que tu mierda de suéter nada de esto hubiera ocurrido.__se corriendo a llorar sola. La cara de dolor de su abuela era visible._

Sisi también quería llorar. Ver tanta maldad de una mocosa engreída de siete años que nunca había valorado su vida. El suéter era hermoso y no era un limpiapié. Ese chaleco podría exhibirse en un museo de moda como una obra de arte. Si se sabría vender se le podría sacar mucho dinero. Así que Sisi lo recogió del piso y le quitó la tierra, hasta tuvo la delicadeza de darlo vuelta para que la señora Ivette no vea que su nieta mal agradecida había dejado las huellas de sus zapatos en el suéter.

_dejela señora Ivette, dice que ama a la moda, pero le tomará algunos años comprender Qué significa que una prenda esté catalogada como alta costura. Algún día lo entenderá y lo guardará con cariño._

Una sonrisa triste se asomó en el rostro de la dulce anciana.

_Es una niña y no sabe lo que dice. Tuve que saberlo, los niños de hoy en día están acostumbrados a otro tipo de regalos. No regalos hechos en casa._

>>Sabes señorita sisi quédese con el suéter de mi nieta. Regálelo o véndalo. Sé que a usted le gustó más que a mi nieta.

_No se preocupe señora Ivette, yo se lo entregaré a Susana cuando se dé cuenta que es una prenda preciosa._

Ojalá una mujer de treinta cinco años no fuera juzgada y no se viera ridícula con una ropa...porque ella encantada lo utilizaría para un día frío.

Jamás Hagas trato con una tramposaWhere stories live. Discover now