Capítulo 11

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Día lunes. Día de trabajo, trabajo y solo trabajo. Sintió sonar su celular, era Teodoro del otro lado del mundo preguntándole cómo le había ido en el cumpleaños de Susana, le dijo que bien omitió contar el mal momento que la niña le había hecho pasar a su abuela en la fiesta y qué estaba haciendo.

Era hora de oficina, en Nueva York. Eran la 11 AM de la mañana, él estaba a punto de ir a dormir, esperando soñar con ella. Soñar las cosas que no habían hecho hasta ahora. Que a él le agradaría hacer con ella.

Sí a Sisi le gustaban tantos los niños como ir a sus fiestas y jugar con ellos como si tuviera su edad, él podría hacerla madre de uno. El video de ella brincando en la máquina de baile y riendo, había llegado al WhatsApp de Teodoro que lo había llenado de ternura y alimentando los sueños íntimos del hombre.

Cada día esto de ser adulta era más difícil y más asqueroso. Ahora se había convertido en una tentación bailar en una máquina, con ropa normal, no solo debía soportar la presión de la sociedad, sino que además, soportar las insinuaciones de Teodoro, que para ella no eran ningún halago y eran un fragor escuchar desde la otra línea lo que su novio anhelaba hacer con ella.

Lo que no muchos sabían, porque en su vida no había tenido muchas mujeres era que Teodoro era una persona caliente.

_No puedo esperar de hacerte el amor como lo hacemos en mi país._

Desde ahora en adelante Sisi tendría que pensar en métodos para no llegar a nada íntimo con él; prácticamente evitar cautelosamente ser violada.

La llamada se cortó, pero el trabajo debía seguir Hasta que algo interesante la sacara de encarcelamiento de su oficina.

Escuchó que tocaban su puerta.

_Pase.

Era Briggitti que venía a recordarle que hoy era el cumpleaños de Ximena y esperaba que haya traído algún regalo.

El mismo día que Sisi había ido a la tienda para comprar los perfumes que Susana quería, había aprovechado de comprar un brazalete de oro para ella.

_espera, voy a buscar el regalo en mi cartera y bajo.

_Está bien sísi, pero no te tardes. Angelo ya está con el pastel esperando.

Buscó en el fondo de su cartera, ya ahí estaba en una formidable caja. Anunciando que la joya de absequio era lujosa. Cosas inútiles que hace mucho tiempo luego de comprar las que quería habían perdido la novedad para Sisi. Tomó su bolsa y bajó, cuando escuchó una voz que la insultó.

_Perra Carísima.__En el mundo de la moda había mucha gente estrafalaria. Tanto que para ellos un insulto podría ser sinónimo de un saludo o un alago_.

Era Angelo sosteniendo un pastel de cumpleaños. Finalmente# había vuelto al trabajo, después de una licencia médica por una lesión en la rodilla.

La oficina no era lo mismo sin él, la oficina se sentía extraña, para ella su oficina no era un lugar que después de tantos años construyendo una carrera de éxito se diera cuenta que nesecitaba más que un puñado de fans aplaudiendo le sus hazañas vestuarios. Tener a Lucas cerca en algo ayudaba.

_Supe que te has comprometido Sisi, felicidades, él es un hombre muy candente. Debe ser una fiera en la cama._

A cada momento Teodoro se había transformado en una piedra en el zapato.

_No Angelo, todavía no lo comprometemos._

_¿Qué no?, hay fuertes rumores que ustedes contraerán matrimonio._

Sisi forzó una sonrisa, para no demostrar el odio que sentía por Teodoro.

_Nuestra relación no es tan sólida para pensar en contraer nupcias. Yo no quiero casarme._

Jamás Hagas trato con una tramposaWhere stories live. Discover now