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Después de todas las presentaciones y mucha charla los directores nos invitaron a una cena, y no podíamos negarnos, fuimos a un restaurante que estaba cerca de ahí, todos hablan de la película y del buen trabajo que había hecho Enzo en la sociedad de la nieve, y es cierto fue un trabajo increíble y de los demás chicos igual es una película que llega a tocar cada fibra de tu corazón y te hace llorar, de había convertido en mi película favorita, Enzo estaba muy contento y yo estaba igual que el, verlo triunfar siempre será algo gratificante para mí y espero que pueda llegar mucho más lejos
—muchas gracias por sus cumplidos la verdad estoy muy feliz por todo esto, y bueno ahora que tengo a mi compañera idónea puedo llegar mucho más lejos—dijo Enzo haciendo que pusiera mi vista en el y sonriera como una tonta, el me había hecho parte de su vida sin que yo me diera cuenta y eso me hacía la mujer más feliz del mundo
—por cierto, tu novia es muy linda y muy dulce, seguro te va a impulsar a ser una gran persona y un gran actor más de lo que ya eres—dijo el señor de edad de hace rato que se llamaba Antonio que era uno de los directores, yo sonreí con timidez y todos comenzaron a hacer cumplidos sobre mi y sobre Enzo y yo agradecía con un poco de timidez todos eran muy gentiles, todos menos esa chica la cual estaba muy callada o aveces sonreía pero una sonrisa muy falsa decidí ignórala ya que no se por qué sentía un vibra extraña con ella . Después de una larga charla por fin trajeron la cena, después de comer todos seguían hablando y hablando pero yo estaba un poco cansada
—mi amor iré a tomar un poco de aire—dije en un susurro cerca de su oído
—déjame te acompaño, no quiero que estés sola por ahí—dijo el y se iba a levantar pero lo detuve
—no es necesario, estaré aquí afuera no te preocupes—le di un beso en la mejilla y me levanté
—disculpen, saldré un momento a tomar aire que termines de disfrutar la charla—dije y unos me sonrieron y otros dijeron un "adelante" y "ve con cuidado", salí del restaurante y pasé la calle para llegar a un pequeño parque que había, es muy lindo y tranquilo, me senté en una banca y metí mis manos dentro de los bolsillos de buzo ya que hacía mucho frío, y me quedé mirando un punto fijo y pensando en todo lo que había pasado en estos días, en cómo es que estaba con el, es un hombre increíble, amable, caballeroso y amoroso es todo lo que una mujer puede desear. Pasaban los minutos y yo solo miraba a la gente pasar, amaba contemplar cosas tan simples como esa, o mirar la hermosa noche y las estrellas, pero mi vista se quedó en una pareja de ancianos que estaban sentados en una banca al frente de mi pero un poco alejados, el sobaba su mano y le daba besos en la cabeza mientras ella sonreía, al ver eso tenía ganas de llorar ya que siempre fui una persona sensible, seguí mirándolos hasta que alguien se sienta a mi lado y era Enzo
—que miras mi pequeña—dijo el mientras se corría para quedar cerca de mi  
—miraba esa linda pareja de ancianos, mira como se dan amor son muy lindos—dije con la voz un poco quebrada y mis ojos se aguaron un poco
—por qué vas a llorar—dijo mientras me abrazaba y dejaba un beso en mi cabeza
—siempre fui alguien sensible, y verlos causó algo en mi corazón—dije mientras me alejaba un poco para mirarlo— y nos vi a nosotros—cuando dije eso el sonrió y miró a la hermosa pareja
—yo también nos veo a nosotros, quiero estar así a tu lado, quiero estar para siempre contigo, aunque yo voy a estar un poco más viejo que tú—hizo un puchero y yo reí mientras negaba
—no tanto, cuando yo tenga 50 tu tendrás 61—dije y el soltó una risita
—te quiero Isabela, eres la mujer más maravillosa que he conocido—dijo el mientras me miraba con esos ojos brillantes y profundos
—te quiero más Enzo, tu eres el hombre más increíble y admirable que he podido conocer, eres tan paciente tan dulce tan hermoso—dije mientras acariciaba sus mejillas—y amo con locura tus lindo hoyuelos cuando sonríes, amo todo de ti y no todo lo que tu físico, amo todo lo que viene de tu alma y de tu corazón—al terminar de decir eso el junto si frente con la mía
—como puede ser que existas, ves cosas en mi que otras personas no ven, solo me ven como alguien famoso y de ese mundo, pero tú ves mucho mas allá, me gane el cielo contigo mujer—dijo el mientras me daba un beso, un lento y tierno beso—y quiero cuidarte y protegerte de cualquier cosa—yo lo mire con una sonrisa y le di un corto beso
—y yo igual quiero cuidar de ti, quiero que siempre estés bien—dije y el me abrazó un poco fuerte pero sin hacerme daño
—ven vamos a la habitación, está haciendo mucho frío y te puedes enfermar—se levantó y luego tomó mi mano para empezar a caminar.

Al llegar al hotel fuimos directo a la habitación, una vez dentro me cambie todo por mi linda y cómoda pijama, una camisa de Enzo y una sudadera que me quedaba un poco ancha y mis medias de conejitos, cuando estuve lista me acosté en la cama a esperar a Enzo el cual estaba en el baño, después de un rato el salió ya cambiado, se acostó a mi lado y prendió la televisión, puso una película y luego se acercó a mi para abrazarme
-por cierto, el director Antonio dijo que lamentaba ponerte en otra habitación, igual le dije que era mi culpa por no decirles que vendría con mi novia—hablo el y yo me levanté para mirarlo
—está bien, lo importante es que estoy aquí durmiendo contigo—dije y volví a acostarme en su pecho
—te quiero pequeña, no me cansaré de decírtelo—dijo mientras acariciaba mi espalda
—te quiero más Enzo, nunca lo olvides—dije y lo abracé fuertemente
Después de un rato la película aún no acababa pero yo ya tenía mucho sueño, así que me apegue mucho más a Enzo y cerré mis ojos para quedarme profundamente dormida 

𝐌𝐮𝐜𝐡𝐨 𝐦𝐚́𝐬 𝐚𝐝𝐞𝐧𝐭𝐫𝐨| Enzo VogrincicWhere stories live. Discover now