𝐌𝐮𝐜𝐡𝐨 𝐦𝐚́𝐬 𝐚𝐝𝐞𝐧𝐭𝐫𝐨| Enzo Vogrincic

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sentí que alguien estaba besando mi mejilla, luego besaba mi nariz y luego mi frente, era mi hermoso hombre el cual estaba mirándome con una sonrisa

--buenos días mi reina perdón que te levante tan temprano, es que quiero desayunar contigo antes de irme al estudio--dijo el en voz baja

--buenos días mi hombre, gustosa yo si desayuno con usted--dije mientras le dedicaba una sonrisa, me levante y lo tome de la mano para sentarnos en el pequeño comedor

--te ves muy hermosa recién levantada--dijo para después darme un beso en la mejilla

--me veo como un ogro--me reí y el hizo lo mismo

--siempre estas hermosa chiquita--tomo mi mano y luego la acaricio, le sonreí y luego comenzamos a desayunar

después del desayuno Enzo se despidió de mi con un beso  y se fue al estudio, en 4 días terminaba las grabaciones aquí en Madrid así que pasaremos las ultimas semanas y luego volveremos a casa. organice la habitación y luego decidí darme un baño, después de eso busque ropa cómoda y me cambie, hoy no haría nada ya que tenia que guardar reposo, me acosté y me puse a ver la televisión.

2 semanas después...

en estas dos semanas todo ha sido muy raro, Enzo termino las grabaciones pero a estado muy extraño desde el día que fue a la fiesta de despedida con sus compañeros y directores, supongo que esta muy cansado después de tantas horas de trabajo, no quise quedarme mas días aquí así que le pedí a Enzo que adelantara el viaje para volver a casa lo mas rápido posible, y creo que el igual quiere ya volver por que viajaremos mañana

--no te olvidas de nada? la ropa? algo?--pregunto el mientras terminaba de empacar su maleta, su tono de voz no era el mismo de antes estaba algo extraño

--ya tengo todo listo--dije un poco fría, la verdad es que si el estaba así y yo con mi hormonas incontrolables vamos a terminar peleando en cualquier momento

--bien, terminare aquí y si quieres vamos a dar un paseo para despedir la cuidad--dijo el sin mirarme y seguía guardando sus cosas

--esta bien--no dije nada mas y me fui al baño, y solté algunas lagrimas, malditas hormonas me van a hacer enloquecer

no tarde tanto ya que no quería que el sospechara de algo, limpie mi rostro y salí como si nada hubiera pasado

--vamos?--pregunto el en el segundo que salí

--claro, vamos--tome el buzo que el me había dado el día que llegamos  y luego salimos

bajamos hasta el living y el hablo con el recepcionista sobre nuestra salida de mañana y mientras el lo hacia decidí esperarlo afuera, el día era fresco ni muy frio ni muy caluroso estaba perfecto, luego de unos minutos Enzo salió y comenzamos a caminar. ninguno decía nada solo caminábamos, pero el silencio no era incomodo pero había una vibra extraña a nuestro alrededor, íbamos pasando por un lugar donde habían muchas bancas así que decidí sentarme estaba cansada ya, Enzo se sentó mi lado y luego tomo una de mis manos y entrelazo nuestros dedos

--lamento mucho mi actitud estos días, estoy muy cansado pero se que no debo desquitarme contigo--dijo el mientras miraba nuestras manos juntas

--creí que ya me habías dejado de querer--mi voz se quebró y algunas lagrimas salieron

--no digas eso, yo jamás te dejaría de querer, eres mi vida, eres el amor de mi vida, tu y este bebé son lo mejor que me a pasado--puso su mano libre en mi vientre y luego beso mis labios

--lo siento estoy muy sensible--dije mientras acariciaba su mano, el se acerca mas a mi y me abraza

-- me he portado como un tonto estos últimos días, así que te recompensare, pídeme lo que quieras--dijo y luego me separo un poco de el para mirarme

--lo que quiera--repetí lo que el había dicho y el asintió-- quiero un helado--dije y el se comenzó a reír-- no te rías dijiste que me darías lo que yo quisiera--dije mientras le daba un pequeño golpe en el brazo
—está bien tus deseos son órdenes—el se levantó y tomó mi mano de nuevo y caminamos hasta un señor que estaba vendiendo helados cerca de donde estábamos
—buenas tardes jóvenes, que desean el día de hoy—dijo el señor con una sonrisa contagiosa e hizo que yo igual le sonriera
—buenas tardes, me puede dar un helado de chocolate por favor—dije aún con la sonrisa en los labios, miré a Enzo y el me estaba mirando con una sonrisa
—buenas tardes, yo quiero uno de vainilla por favor—dijo Enzo y dejó de mirarme para mirar al señor
Después de un rato corto el señor no dio lo nuestros helados, Enzo pagó los helados y nos despedimos del señor y volvimos a donde estábamos sentados
—quiero algo más—dije mientras lambía mi helado de forma provocativa, Enzo dejó de comer su helado y me miró con una ceja levantada
—y que es lo quieres—dijo el mientras sonreía de lado, supongo que ya sabe lo que voy a pedir
—quiero ir a la habitación y quiero que me hagas el amor—dije y seguí comiendo mi helado de la misma forma
—tus deseos son órdenes—dijo y comenzó a comer su helado rápidamente, solté una risa y comencé igual a comer mi helado rápidamente, cuando terminamos de comer el helado Enzo tomó mi mano y fuimos rápidamente al hotel, al entrar a la habitación comencé a quitarme la ropa hasta quedar en ropa interior
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Enzo se acercó a mi y se puso en frente, comenzó a quitarse la ropa y quedó solo en boxer
—lo haré con cuidado, no quiero lastimar a nuestro hijo—dijo con una voz suave
Yo solo asentí y me acerqué más a él y puse mis manos alrededor de su cuello y lo atraje hacia mi y lo bese, el me tomó en sus brazos y me acostó en la cama, se puso encima de mi y comenzó a besar mi cuello y fue bajando por mis pecho, mi abdomen hasta que llegó a mi zona, quitó mis bragas y las tiró a alguna parte de la habitación, puso su cara entre mis piernas y comenzó a lamber y succionar mi vagina haciendo que soltara un fuerte gemido lo hacía lento y luego aumentaba el ritmo, tome su rostro entre mis manos y lo detuve
—mi turno—dije y lo tomé del brazo y cambie de posición ahora yo estaba encima de él, me amarre el cabello con la liga que tenía en la muñeca y bese sus labios, luego bese su cuello y bajé hasta llega a su miembro, bajé sus bóxer dejando libre su erección, tome su pene en mis manos y comencé a moverla de arriba a bajo haciendo que el echara su cabeza para atrás, luego lo metí en mi boca y comencé a chuparlo, el puso su mano en mi cabeza y hizo que aumentara el movimiento, seguí así hasta que que el me detuvo y hizo que me sentara encima de él de nuevo, acomodo su pene en mi entrada y luego tomó mi cintura con sus grandes manos y me sentó en el suavemente, comencé a moverme lentamente y en la habitación solo se escuchaban nuestros gemidos y nuestros cuerpos chocando, después de un rato Enzo cambió la posición y quedó encima de mi, siguió entrando y saliendo pero con un poco más de fuerza, después de un largo rato llegamos a nuestro clímax, el se acostó a mi lado y yo me acomode quedando encima de su pecho, el colocó una de sus manos al rededor de mi cintura y la otra la puso por debajo de su cabeza
—descansa pequeña, mañana viajamos temprano—dijo el con la voz ronca haciendo que mi estómago se estrujara
—está bien, te amo descansa—dije y lo abracé para disponerme a dormir
—descansa te amo más—dijo el y después de unos segundos me quedé profundamente dormida

Al día siguiente...
Estábamos ya listos para irnos, organizamos la habitación y bajamos hasta el living, ahí estaban todos los chicos que trabajaron con Enzo y los directores, nos despedimos de ellos y le agradecimos por todo, note algo extraño cuando Enzo se fue a despedir de isadora todo se tornó extraño, pero decidí ignorar eso,me acerque a Matías y lo abracé
—nos vemos en Uruguay—le dije mientras me separaba, el sonrió y asintió
—nos vemos—dijo el y luego volvió con sus compañeros
Salimos afuera y nos subimos al el auto que nos llevaría hasta el aeropuerto. En el camino Enzo no decía nada solo miraba por la ventana así que tomé mi celular y comencé a ver mis redes para distraerme, al llegar al aeropuerto bajamos nuestras cosas y habíamos llegado justo a tiempo para abordar, una vez a dentro nos acomodamos en nuestros asientos, sentí una sensación extraña en mi estómago y en mi corazón, al volver a Uruguay nada será lo mismo